La Historia de un demonio arrepentido

Texto, traducción y comentario

Héctor R. Francisco

(CONICET/Universidad de Buenos Aires)

hectorfrancisco@conicet.gov.ar

Resumen

Este trabajo presenta el texto, traducción y comentario de una leyenda siríaca medieval conocida como La Historia de un demonio arrepentido. Esta leyenda pertenece al género de fábulas didácticas y presenta los elementos característicos de dicho género como la primacía de elementos entretenidos o fantásticos en contextos cotidianos y un cierre moralizante. En ella, el autor hace una curiosa reflexión en torno a la posibilidad de redención de los demonios y los límites de la misericordia divina, proponiendo al lector/audiencia un modelo de arrepentimiento basado en la centralidad de la piedad monástica y la liturgia.

Palabras clave: Demonio – Edad Media – Hagiografía – Fábula

Summary

This paper presents the text and an annotated translation of a Syriac Legend known as The Story of a Demon who Repented. This Legend belongs to the genre of didactic fables and presents all the characteristic features of this genre: the presence of entertaining elements and wonders in an everyday context, and a moralizing purpose. In this Legend, the author makes a reflection on the possibility of the salvation of demons and the incommensurability of divine mercy. In doing so, he proposes to the audience a model of repentance based on the centrality of monastic piety and liturgy for Christian Life.

Keywords: Devil - Middle Ages – Hagiography – Fable

Introducción

La Historia de un demonio arrepentido es una breve fábula acerca de un demonio que ingresa a un monasterio y que, gracias a sus méritos y la intercesión de los monjes, alcanza la redención. Conocemos esta historia a través de dos redacciones siríacas y una traducción garshuni. Ubicado a mitad de camino entre la hagiografía y la fábula1, el texto es una interesante ventana a la piedad “popular” de los cristianos del Cercano Oriente de finales de la Edad Media y la Modernidad temprana. En este trabajo nos proponemos presentar una traducción comentada de las dos redacciones de la versión siríaca.

De la comparación de los manuscritos relevados y examinados podemos identificar dos tradiciones paralelas. La primera tradición (que designamos β) es probablemente la más antigua. Ésta se encuentra contenida en dos manuscritos de origen sirio-occidental. El más antiguo de ellos es el que pertenece a la colección Alphonse Mingana de la Universidad de Birmingham, número 369, fols. 47v-50r (que designaremos H), un manuscrito misceláneo copiado alrededor del año 1480 en alguno de los monasterios de Tur Abdin (probablemente Dayr al-Zaʿfrān o Mōr Malke)2. La misma redacción está contenida en otro manuscrito misceláneo de la colección Mingana, el número 71 (fols.114r-118v) del siglo XVII (G)3, que es con toda seguridad una copia del primero. Ambos manuscritos reflejan una versión poco elaborada y, por desgracia, muy incompleta. La traducción garshuni de la leyenda parece derivar de esta primera redacción4.

La segunda redacción (que designamos α) está contenida en varios manuscritos de origen sirio-oriental que exhiben numerosas divergencias. Podemos distinguir al menos dos conjuntos distintos. Un primer conjunto está representado por dos testimonios. El primero es el manuscrito número 009 (fols. 97r-99v)5 de la biblioteca del arzobispado de la Iglesia Sirio-Caldea6 de Thrissur (India), fechado en 1615 (D). El segundo es el manuscrito de la colección Sachau número 9 (fols. 65v-68r), contenido en la Staatsbibliothek de Berlín y fechado en 1695 (E)7. El segundo conjunto se encuentra contenidos en cuatro manuscritos, divididos en dos sub-grupos. El primero está compuesto por dos testimonios. El manuscrito Or. Quart. 1051 (fols. 142v-144v) de la Staatsbibliothek de Berlín, fechado en 1705 (C)8 y el manuscrito 161 de la biblioteca de la misión americana presbiteriana en Urmia (F), fechado en 17789. El segundo está representado por dos manuscritos. El Borg. Sir. 39 de la Biblioteca Vaticana (fols. 363r-365v), fechado en 1680 y copiado en Alqosh10 y el manuscrito siríaco número 434 de la Biblioteca Nacional de París (fols. 86v-90r), copiado alrededor del 190011. Este último subgrupo se distingue por la inclusión de una introducción a manera de diálogo protagonizado por los dioses griegos caracterizados como demonios.

En cuanto al autor y su contexto de producción poco podemos decir con seguridad. La historia es probablemente el producto de un ambiente monástico y fue compuesta con fines didácticos. Como hipótesis podemos sugerir que el lugar de origen fue alguno de los muchos monasterios de la región de Tur Abdin, y que fue redactada después del siglo XI. Los dos manuscritos de la redacción β ubican la historia entre varios textos breves de muy diverso contenido, entre los que se destacan algunas historias edificantes y catecismos diseñados para polemizar con herejes. La redacción α, en cambio, se encuentra en manuscritos que compilan obras hagiográficas. En varios de ellos la leyenda se encuentra junto a otra historia similar en contenido, forma y propósitos: La Historia del hijo de un rey asesinado por su maestro12.

Esta historia y otras relacionadas a ella pueden incluirse en lo que llamaríamos fábulas edificantes13 perteneciente a la “literatura popular” o folklórica. Aunque somos conscientes de la artificialidad de distinguir “lo culto” de “lo popular” como campos opuestos, podemos sugerir que –por su tono liviano y despojado de toda solemnidad y artificios retóricos, así como por la ausencia de una reflexión teológica y el desarrollo lineal de la trama– se trata de textos orientados a un público en busca tanto de entretenimiento como de guía espiritual. Pero no podemos llamar a este género como estrictamente “popular” en oposición a un registro “culto”14.

Un último problema a tener en cuenta es el relativo a la circulación del texto. Ya mencionamos que su origen fue monástico y la evidencia sugiere que su contexto de recepción (al menos en su forma escrita) se restringió a dichos círculos. Además, su circulación tanto entre henofisitas como diofisitas demuestra la porosidad de las barreras confesionales al momento de la adopción de libros y lecturas. Algo similar puede decirse de la impronta musulmana en la historia. Anton Baumstark ya había sugerido que esta historia se encontraba entre otras que recibieron dicha influencia15. Ésta puede verse en la lógica subyacente al vocabulario de la traducción garshuni. En efecto, las redacciones siríacas designan al protagonista como un “demonio” (ܫܐܕܐ) o “diablo” (ܕܝܘܐ) inscribiéndolo en un marco de referencia claramente bíblico. En el mismo sentido, la versión garshuni traduce el término ܫܐܕܐ con ܫܝܛܝܢ (ar. شيطان), forma usual tanto entre musulmanes como entre cristianos arabófonos para designar al diablo. Pero, al mismo tiempo, el traductor aclara que este demonio es un ğin o genio (gar. ܔܢ ar. جن). Esta elección lexical está en línea con la ambigüedad moral del protagonista, más parecido a un pícaro embaucador que a la encarnación del mal absoluto.

Siglas de los manuscritos siríacos

A = Borg. Sir. 39.

B = BNP Syr. 434.

C = Ms. Berol. Or. Quart. 1051.

D = Ms. 009 Chaldean Syrian Church, Thrissur, India.

E = Ms. Berol. Sachau 74.

F = Urmia 161.

G= Mingana Syr. 71.

H= Mingana Syr. 369.

Manuscritos Garshuni

Berlin Syr. 110 (s.f.) (fols. 61r-66r.)16.

Monasterio de San Marcos en Jerusalén, 170 (s. XVI) fol. 189v-192r17.

Mingana Syr. nro 22 (1527 AD) fols. 221v-225r 18.

Mingana Syr. nro. 205, (s. XVIII) fols. 159r-164v19.

Los textos

La redacción α

ܬܘܒ ܒܚܝܠ ܡܪܢ ܟ̇ܬܒܝܢܢ ܬܫܥܝܬܗ ܕܫܐܕܐ ܬܝܒܐ.

ܐܡ̣ܪܘ ܫܐܕ̈ܐ20 ܙܝܘܣ21 ܘܐܦܠܘ ܘܐܪܛܡܝܣ ܠܚ̈ܕܕܐ. ܕܛܘ̣ܒܝܗܘܢ ܠܟܪ̈ܣܛܝܢܐ ܕܐܝܬ ܠܗܘܢ ܝܫܘܥ ܡܫܝܚܐ ܘܡܥܡܘܕܝܬܐ ܘܩܘܪܒܢܐ. ܘܐܢ ܚܛ̇ܝܢ ܘܡܣܟ̇ܠܝܢ ܘܡܩܪܒܝܢ ܬܝܒ̣ܘܬܐ. ܡܫܝܚܐ ܡܩܒܠ ܠܗܘܢ22. ܘܐܡ̣ܪܘ ܐܢ ܚܢܢ ܡܩܪܒܝܢܢ ܬܝܒܘܬܐ ܡܩܒܠ ܠܢ ܡܫܝܚܐ23. ܘܐܡ̣ܪܘ ܙܝܘܣ ܘܐܦܠܘ ܠܝܬ ܠܢ24 ܓܠܝܘܬ ܐܦܐ ܕܡܩܪܒܝܢܢ ܬܝܒܘܬܐ25 ܐܠܐ ܥܠ ܐܝܕ̈ܝ ܟܪ̈ܣܛܝܢܐ. ܕܗܢܘܢ ܡܩܪܒܝܢ ܠܢ26. ܡ̇ܢ ܐܝܬ ܒܟܘܢ ܕܡܨܐ ܕܥܒ̇ܕ ܗܢ ܡܕܡ. ܘܐ̣ܡܪܘ ܟܠܗܘܢ ܠܐ ܡܨܝܢܢ. ܘܐ̣ܡܪ ܚܕ ܡ̣ܢ ܗܢܘܢ ܡܨܥ̈ܝܐ. ܐܢܐ ܐܙܠܢܐ. ܐܠܐ ܠܐܝܟܐ ܐܙܠܢܐ ܠܩܪܝܬܐ ܐܘ ܠܥܘܡܪܐ. ܘܐܡ̣ܪܘ ܠܗ ܙܝܘܣ ܘܐܦܠܘ ܘܐܪܛܡܝܣ. ܙܠ ܠܥܘܡܪܐ ܕܥܘܡܪܐ ܛܒ. ܘܕܟܝܐ ܐܝܬܘܗܝ. ܘܐܝܬ ܒܗ ܝܚ̈ܝܕܝܐ ܘܢܘܟܪ̈ܝܬܐ ܘܩܕܝܫܐ27.

ܘܗܕܐ ܗ̄ܝ ܬܫܥܝܬܗ ܕܫܐܕܐ ܚܕ ܕܗܘ̤ܐ ܬܝܒܐ. ܘܐܦ ܐܬܩܒܠ ܡܢ ܐܠܗܐ ܘܣܠܩ ܠܫܡܝܐ28.

ܐܝܬ ܗ̄ܘ̣ܐ ܕܝܢ ܥܘܡܪܐ ܚܕ ܕܝܚ̈ܝܕܝܐ ܒܡܕܒܪܐ ܕܡܨܪܝܢ. ܘܐܝܬ ܗ̄ܘܐ ܒܗ ܐܝܟ ܬܠܬܡܐܐ ܐܚ̈ܐ29. ܐܝܠܝܢ ܕܒܡܝ̈ܬܪܘܬܐ ܕܕܘܒܪ̈ܐ ܛܒ ܣܗܝܕܝܢ ܗ̄ܘ̣ܘ. ܘܐܝܬ ܗ̄ܘ̣ܐ ܠܗܘܢ ܩܢܟܝܐ ܚܕ ܕܠܟܠܗܘܢ ܥܒ̇ܪ ܗ̄ܘ̣ܐ ܒܡܝܬܪܘܬܐ30. ܘܒܚܕ ܡ̣ܢ ܝܘܡ̈ܝܢ ܟܕ ܒܥ̇ܐ ܗ̄ܘ̣ܐ ܕܢܐܦܐ ܩܨܬܐ: ܩܘܝܬ̤31 ܬܢܘܪܬܐ32 ܟܕ ܡܫܬܠܗܒܐ ܠܒܪ ܡ̣ܢ ܥܝܕܐ ܕܟܠܝܘܡ. ܘܟܕ ܥܦܪܐ ܘܩܛܡܐ ܘܡܝ̈ܐ33 ܫܕܐ ܗ̄ܘܐ ܒܗ̇ ܐܝܟ ܕܬܫܬܗܐ ܕܢܐܦܐ ܠܩܨܬܗ34. ܗ̤ܝ ܕܝܢ ܝܬܝܪ ܒܝܬܝܪ35 ܡܬܢܒܪ̱ܫܐ ܗ̄ܘ̣ܬ ܘܡܫܬܠܗܒܐ36 ܘܡܬܓܘܙܠܐ. ܟܕ ܐܕܝܩ37 ܕܝܢ ܗ̤ܘ38 ܩܢܟܝܐ. ܘܚܪ39 ܘܚܙܐ ܒܓܘܗ̇ ܐܝܟ ܕܡܘܬܐ ܕܟܠܒܐ ܡܕܡ40 ܕܩܐ̇ܡ ܒܓܘ ܬܢܘܪܬܐ41. ܘܪܫܡ42 ܥܠܘܗܝ ܐܬܐ ܕܨܠܝܒܐ. ܘܟܕ ܕܪܘܫܡܐ43 ܕܨܠܝܒܐ ܢܦ̣ܠ ܥܠܘܗܝ44 ܒܪ ܫܥܬܗ ܣܠܩ ܡ̣ܢ ܬܢܘܪܬܐ. ܘܐܫܬܚܠܦ45 ܘܗܘ̤ܐ ܒܕܡܘܬ ܛܠܝܐ ܫܦܝܪܐ46. ܘܢܦ̣ܠ ܥܠ ܐܦܘ̈ܗܝ ܩܕܡܘܗܝ ܕܩܢܟܝܐ ܗܘ. ܘܐܚܕ ܐܢܝܢ ܠܪ̈ܓܠܘܗܝ ܟܕ ܒܟ̇ܐ ܡܪܝܪܐܝܬ. ܥܕܡܐ ܕܨܒܥ ܐܢܝܢ47 ܠܪ̈ܓܠܘܗܝ48 ܒܕܡܥܘ̈ܗܝ49. ܘܥܢ̣ܐ ܩܢܟܝܐ ܗܘ̇ ܘܐܡ̣ܪ ܠܗ50. ܡ̇ܢ ܐܢ̄ܬ ܘܡ̇ܢ ܫܪܒܟ51. ܕܒܗܠܝܢ ܕܡܘ̈ܬܐ ܡܬܚܙܐ ܐܢ̄ܬ ܠܝ52. ܗܘ̣ ܕܝܢ ܥܢ̣ܐ ܘܐܡ̣ܪ ܠܗ. ܕܐܢܐ53 ܐܘ ܓܒܝܗ ܕܡܫܝܚܐ ܚܕ ܡ̣ܢ ܫܐܕ̈ܐ54 ܐܝܬܝ. ܘܒܥ̇ܐ ܐ̄ܢܐ55 ܡ̣ܢ ܩܕܝܫܘܬܟ: ܕܬܗܘܐ ܠܝ ܥܠܬܐ ܠܬܝܒܘܬܐ. ܘܒܐܝ̈ܕܝܟ ܘܒܡܨܥܝܘܬܟ ܐܫܟܚ ܐܢܘܢ ܠܚܝ̈ܐ ܩܕ̈ܡܝܐ ܕܐܘܒ̇ܕܬ56 ܒܥܒܪ ܦܘܩܕܢܐ57: ܕܥܠ ܥܠܝܢ ܒܠܐ ܡܫܬܡܥܢܘܬܢ58. ܘܡܛܠ ܗܕܐ 59 ܐܬܚܫܒܬ ܕܝܢ60 ܕܠܕܝܢܐ ܡܛܝܒ ܐܢܐ. ܘܗܫܐ ܒ̇ܥܢܐ61 ܕܐܬܘܒ. ܐܠܐ ܐܦܝܣܝܗܝ ܠܪܫ ܥܘܡܪܐ ܕܢܩܒܠܢܝ ܒܗܢܐ ܥܘܡܪܐ62: ܐܝܟ ܕܠܓܒܪܐ ܥܠܡܝܐ. ܕܒܥ̇ܐ ܕܢܗܘܐ ܝܚܝܕܝܐ. ܘܐܦ ܐܢܐ ܗܫܐ ܐܘ ܡܪܝ ܒܥܢܐ ܕܦܠܚ ܐ̄ܢܐ63 ܒܩܢܘܒܝܢ. ܘܡܪܥܢܐ64 ܠܗ ܠܡܫܝܚܐ65 ܕܐܪܓܙܬܗ ܡ̣ܢ ܫܘܪܝܐ66. ܘܡܛܠܗܕܐ67 ܐܣܬܚܦܬ ܘܐܫܬܕܝܬ ܡ̣ܢ ܕܪܓܝ ܩܕܡܝܐ68. ܠܝ ܕܝܢ ܠܝܬ ܠܝ ܓܠܝܘܬ ܐܦܐ ܕܕܠܐ ܡܨܥܝܘܬܐ ܕܒܪܢܫܐ ܐܩܪܒ ܬܝܱܒܘܬܐ. ܘܝܘܡ̇ܐ ܗ̄ܘ̣ܐ69 ܫܐܕܐ ܗܘ̇ ܟܕ ܒܟ̇ܐ ܘܐܡ̇ܪ. ܕܠܐ ܗ̇ܘ ܚܝܠܐ ܕܫܕܢܝ ܡ̣ܢ ܫܘܠܛܢܝ ܩܕܡܝܐ. ܕܠܘ ܒܢܟܠܐ ܡܡܠܠ ܐ̄ܢܐ ܥܡܟ. ܠܐ ܗܟܝܠ ܬܓܠ̱ܙܢܝ ܡ̣ܢ ܬܝܒܘܬܐ ܕܕܚܠܬ ܐܠܗܐ ܕܕܠܬ ܒܝ. ܟܕ70 ܫܡ̣ܥ ܩܢܟܝܐ ܗܠܝܢ. ܡܛܠ ܕܓܒܪܐ ܗ̄ܘ̣71 ܪܒܐ ܘܡܝܬܪܐ: ܘܕܡܝܐ ܠܝ72 ܕܐܦ ܡܬܓܠܝܘ ܐܬܓܠܝ ܠܗ ܡ̣ܢ ܐܠܗܐ ܣܘܥܪܢܐ ܗܢܐ73. ܗܝܕܝܢ74 ܐܦܝܣܗ75 ܠܪܫ ܥܘܡܪܐ. ܘܐܥܠܘܗܝ ܠܕܝܪܐ ܕܢܦܠܘܚ ܒܩܢܘܒܝܢ76. ܗܘ̤ ܕܝܢ ܫܐܕܐ77 ܡܟ̇ܟ ܢܦܫܗ78 ܘܡܚܘܐ ܗ̄ܘ̣ܐ ܡܫܬܡܥܢܘܬܐ ܣܓܝܐܬܐ ܠܟܠܗܘܢ ܐܚ̈ܐ 79ܝܚܝ̈ܕܝܐ. ܘܠܟܠ80 ܣܘܥܪܢܐ ܕܡܫܕܪܝܢ ܗ̄ܘ̣ܘ ܠܗ. ܐܝܟ ܒܪܩܐ ܩܠܝܠܐ ܡܫܡܠܐ ܗܘ̣ܐ ܠܗ. ܘܐܢܗ̤ܘ ܕܠܩܝܣ̈ܐ ܡܫܕܪܝܢ ܗ̄ܘ̣ܘ ܠܗ81. ܠܟܠܗ ܥܒܐ ܐܝܟ ܕܠܡܐܡܪ ܦܣ̇ܩ ܗܘ̣ܐ ܠܗ ܘܡܝܬܐ ܗ̄ܘ̣ܐ ܟܕ ܛܥܝ̣ܢ. ܘܠܟܠ ܣܘܥܪܢܐ ܥܣܩܐ ܕܗܘܘ̣ܐ82 ܗ̄ܘ̣ܐ ܠܗܘܢ ܠܗ̤ܘ ܡܫܕܪܝܢ83 ܗ̄ܘ̣ܘ. ܘܡ̣ܢ ܫܠܝܐ ܐܝܟ ܪܦܦ ܥܝܢܐ84 ܣܥ̇ܪ ܗ̄ܘ̣ܐ ܠܗ. ܘܡܫܡܠܐ ܗ̄ܘ̣ܐ ܣܢܝܩܘܬܗܘܢ ܕܐܚ̈ܐ85 ܒܟܠܡܐ ܕܦܩܕܝܢ ܗ̄ܘ̣ܘ ܠܗ86. ܘܐܢ87 ܠܒܝܬ ܫܒܬܐ ܐ̇ܙܠ ܗ̄ܘ̣ܐ ܐ̄ܢܫ88: ܬܡ̇ܢ ܚܙ̇ܐ ܗ̄ܘ̣ܐ ܠܗ. ܘܐܢ ܠܓܘܐ ܬܡ̇ܢ ܡܫܟ̇ܚ ܗ̄ܘ̣ܐ ܠܗ. ܠܐ ܐܬܬܦܝܪ ܒܐ̄ܢܫ. ܠܐ ܟ̣ܐܐ ܒܐ̄ܢܫ. ܠܐ89 ܢ̣ܨܐ ܥܡ ܐ̄ܢܫ. ܠܐ ܓܚܟ ܒܦܪܨܘܦܐ ܕܒܪܢܫܐ. ܠܝܬ90 ܕܚ̣ܙܝܗܝ ܕܕܡ̤ܟ. ܠܐ ܡܐܢܬ ܠܗ. ܠܐ91 ܐܬܩܛܥܬ̤ ܠܗ. ܠܐ ܫܠܝ ܒܟܝܐ ܡ̣ܢ ܥܝܢܘ̈ܗܝ92. ܡܢ̣ܘ93 ܕܩܫܐ ܗ̄ܘ̣ܐ ܠܒܗ ܐܝܟ ܟܐܦܐ. ܕܫ̇ܡܥ94 ܗ̄ܘ̣ܐ ܩܠ ܒܟܝܗ ܒܠܝܠ̈ܘܬܐ: ܘܠܐ ܒܕܡ̈ܥܐ ܡܨܒ̇ܥ ܗ̄ܘ̣ܐ ܬܫܘܝܬܗ95. ܟܠܗܘܢ ܫܪ̈ܘܝܐ ܘܩܢܘܒ̈ܝܐ ܚܕܪܝ ܟܘܪܚܗ ܕܡܟܝܢ ܗ̄ܘ̣ܘ. ܕܢܫܡܥܘܢ96 ܩܠܐ ܕܬܢܚ̈ܬܗ97 ܘܕܒܟܝܗ: ܡܫܢܝܐ ܗ̄ܘ̣ܬ98 ܢܦܫܐ ܡ̣ܢ99 ܦܓܪܐ100 ܡ̣ܢ ܚܠܝܘܬܐ ܕܢܥܡ̈ܬܗ101 ܘܕܗܘ̈ܠܠܘܗܝ.102

ܘܟܡܐ ܐܝܢ103 ܠܐ̇ܐ ܐ̄ܢܐ ܕܐܟܬܘܒ ܫܘܦܪ̈ܘܗܝ ܬܗܝܪ̈ܐ104. ܠܐ ܡܫܟܚ ܐ̄ܢܐ. ܘܡܛܠ ܕܠܟܠܗܝܢ ܬܕܡܪ̈ܬܐ105 ܕܣܥ̣ܪ106 .ܠܐ ܡܫܟ̇ܝܚܢܢ ܕܢܬܢܐ107. ܕܠܐ ܟܕ ܢܡܬܚܝܗ̇ ܠܬܫܥܝܬܐ ܢܥܡܠ ܩܪܘܝܐ108. ܚܕܐ ܒܠܚܘܕ ܡ̣ܢ ܬܕܡܪ̈ܬܗ ܐ̇ܡܪܢܐ109. ܐܝܕܐ ܕܝܬܝܪ ܬܗܝܪܐ. ܘܕܫܪܟܐ ܫܒ̇ܩ ܐ̄ܢܐ ܠܗ̣ܝܢ110܀ ܒܗܘܢ ܕܝܢ ܒܝܘ̈ܡܬܐ ܗܢܘܢ ܡ̣ܢ 111 ܒܬܪ ܕܦܠܚ ܬܠܬ ܫܢ̈ܝܢ112. ܘܡܥܠܝ113 ܨܘܡܐ ܕܐܪܒܝܢ114. ܘܒܥ̇ܝܢ115 ܗ̄ܘܘ ܕܝܪ̈ܝܐ116 ܩܠܝܠ117 ܢܘܢܐ. ܘܡܛܠ ܕܪܚܝܩܐ ܗ̄ܘܬ ܡܕܝܢܬܐ ܠܗ ܦܪ̈ܫܘ ܐܚ̈ܐ118 ܕܢܐܙܠ ܠܡܕܝܢܬܐ. ܘܟܕ ܢܦ̣ܩ ܕܢܐܙܠ ܒܐܘܪܚܗ. ܠܐ ܐܙܠ ܠܡܕܝܢܬܐ. ܐܠܐ ܦܪܚ ܐܝܟ ܒܪܩܐ ܩܠܝܠܐ119 ܥܕܡܐ ܠܝܡܐ. ܘܗܐ ܣܦܪ ܝܡܐ120 ܣܦܝܢܬܐ ܚܕܐ ܕܨܝ̈ܕܐ. ܟܕ ܡܠܝܐ ܢܘܢ̈ܐ ܪܘܪ̈ܒܐ. ܘܛܥܢܗ̇121 ܒܚܐܦܐ122 ܥܫܝܢܐ ܘܣܡܗ̇ ܒܕܪܬܗ ܕܥܘܡܪܐ ܗܘ̇123 ܒܥܕܢܐ ܕܨܦܪܐ124. ܟܕ ܡܠܝܐ ܢܘ̈ܢܐ ܘܐܠܦܪ̈ܐ ܕܝܡܐ ܘܣܘܓܐܐ ܕܐܢܫܐ ܨܝܕ̈ܐ125 .ܘܟܕ ܢܗܪ ܨܦܪܐ ܘܢܦܩܘ ܕܝܪ̈ܝܐ ܘܚ̣ܙܘ ܣܦܝܢܬܐ ܕܣܝܡܐ ܒܡܨܥܬ ܕܪܬܐ126 ܘܠܨܝ̈ܕܐ127 ܕܒܗ̇ ܐܝܟ128 ܡܝ̈ܬܐ ܐܢܘܢ. ܘܗܘ̤ܘ ܒܕܚ̱ܠܬܐ ܪܒܬܐ. ܘܡ̣ܢ129 ܫܠܝܐ ܢܩܫܘ130 ܢܩܘܫܐ ܕܟܢܘܫܝܐ131. ܘܐܬܟܢܫܘ ܪܫ ܥܘܡܪܐ ܘܟܠܗܘܢ ܐܚ̈ܐ132. ܘܚܙܘ ܬܕܡܘܪܬܐ ܗܝ̇133 ܕܠܐ ܗܘܬ134 ܐܟܘܬܗ̇135. ܘܠܐ ܐܫܬܡܥܬ̤ ܒܥܠܡܐ. ܕܝܘܐ ܕܝܢ ܟܕ ܚ̣ܙܐ ܠܕܝܪ̈ܝܐ136 ܕܕܚܠܝܢ. ܥܢ̣ܐ ܘܐܡ̣ܪ ܠܗܘܢ. ܡܛܠ ܡܢܐ137 ܡܬܦܠܓܝܢ ܐ̄ܢܬܘܢ138. ܕܠܡܐ ܠܐ ܝܕܥܝܢ ܐ̄ܢܬܘܢ139 ܕܠܐ ܥܛܠ ܠܐܠܗܐ ܡܕܡ. ܣܒܘ ܐܢܬܘܢ ܢܘ̈ܢܐ ܗܠܝܢ ܕܒܥܝ̇ܢ ܐ̄ܢܬܘܢ140. ܘܣܦܝܢܬܐ ܒܨܠܘ̈ܬܟܘܢ ܠܕܘܟ̇ܬܗ̇141 ܗܦܟܐ142. ܘܩܡ ܡ̣ܢ ܫܠܝܐ ܕܝܘܐ ܗܘ̇. ܘܫܩ̣ܠ ܐܢܘܢ ܠܢܘ̈ܢܐ ܡ̣ܢ ܣܦܝܢܬܐ. ܘܟܣܦܐ143 ܕܛܝܡܗܘܢ ܕܢܘܢ̈ܐ ܣܡܗ ܩܕܡܝܗܘܢ ܕܨܝܕ̈ܐ144. ܘܬܘܒ145 ܫܩܠܗ̇ ܠܐܠܦܐ ܡܢ ܕܪܫ146 ܠܥܝܢ ܟܠܗܘܢ ܕܝܪ̈ܝܐ147 ܥܠ ܩܕܠܗ. ܘܣܡܗ̇ ܒܕܘܟ̇ܬܗ̇ ܥܠ ܣܦܪ148 ܝܡܐ149 ܘܗܦܟ ܠܥܘܡܪܐ. ܘܟܕ ܚ̣ܙܘ ܝܚܝܕܝܐ ܠܬܕܡܘܪܬܐ ܗܕܐ. ܥܢ̣ܘ ܘܐܡܪܝܢ150 ܠܗ. ܓܒܪܐ ܨܒ̇ܝܢܢ ܕܢܕܥ ܕܡܢܘ151 ܫܪܒܟ ܘܡ̇ܢ152 ܛܒܟ153. ܕܐܢܗ̤ܘ ܕܒܚܝܠܐ154 ܕܐܠܗܐ ܗܠܝܢ ܣܥܪܬ155. ܠܐ ܫܘ̇ܝܢܢ156 ܕܓܒܪܐ ܕܐܟܘܬܟ ܢܫܡܫ ܠܢ ܡܛܠ ܕܐܝܬܝܢ ܚܢܢ157 ܐܢܫܐ158 ܚܛ̈ܝܐ. ܘܐܢܗ̤ܘ ܕܒܚܝܠܐ ܕܕܝ̈ܘܐ159 ܗܠܝܢ ܥܒ̣ܕܬ160. ܒܝܢܬܢ ܠܐ ܥܡܪܬ161. ܗܝܕܝܢ ܥܢ̣ܐ ܗ̤ܘ ܫܐܕܐ162 ܘܐ̣ܡܪ ܠܗܘܢ163. ܕܫܐܠܘ ܥܠܝ164 ܐܘ ܡܪ̈ܝܐ ܕܡܣܟܢܘܬܝ ܠܩܢܟܝܐ ܕܝܠܟܘܢ165. ܡܛܠ ܕܟܠܗܘܢ ܕܝܠܝ166 ܗ̤ܘ ܝܕܥ: ܘܗ̤ܘ167 ܢܐܡܪ ܠܟܘܢ168 ܥܠ ܣܘܥܪܢܝ169. ܘܟܕ ܩ̣ܪܐܘܗܝ ܠܩܢܟܝܐ ܘܫܐܠܘܗܝ170: ܓܠܐ ܠܗܘܢ ܟܠܗ ܫܪܪܐ. ܘܥܢܘ ܘܐܡܪܝܢ ܠܗ ܠܕܝܘܐ ܗܘ̇. ܕܡܢܐ ܨܒ̇ܐ ܐܢܬ̇ ܕܢܥܒܕ ܠܟ ܗܫܐ؟ ܐܡ̇ܪ ܠܗܘܢ ܒܥܢܐ171 ܡ̣ܢ172 ܩܕܝܫܘܬܟܘܢ ܐܘ173 ܡܪ̈ܝܐ174: ܕܬܥܡܠܘܢ ܥܡܝ ܒܨܠܘܬܐ. ܬܠܬܐ ܐܝܡܡ̈ܝܢ ܘܬܠܬܐ ܠܝܠܘ̈ܢ ܠܘܬ ܐܠܗܐ175. ܕܢܬܪܥܐ176 ܥܠ ܚܛܗ̈ܝ177. ܡܛܠ178 ܕܡܪܚܡܢܐ ܗ̄ܘ ܓܝܪ ܘܙܟܐ179 ܚܢܢܗ180 ܠܚܛܝ̈ܐ. ܘܟܕ ܗܘ̤ܘ181 ܟܠܗܘܢ ܝܚܝܕܝܐ ܒܨܠܘܬܐ182 ܒܓܘ ܗܝܟܠܐ ܡܛܠܬܗ183. ܒܝܘܡܐ ܕܬܠܬܐ ܒܥܕܢܐ ܕܡܚܬܐ ܕܪܘܚܐ ܥܠ184 ܩܘܪܒܢܐ. ܟܕ ܟܠܗܘܢ185 ܕܝܪ̈ܝܐ186 ܓܥܝܢ ܗ̄ܘܘ ܠܘܬ ܐܠܗܐ ܒܕܡ̈ܥܐ187 ܡܛܠܬܗ. ܘܗܘ̤188 ܩܐܡ ܥܠ ܣܩܐ ܘܩܛܡܐ189 ܥܠ190 ܬܪܥܐ ܕܩܢ̈ܟܐ191. ܘܒܗ̇ ܒܫܥܬܐ ܐܨܛܪܝ192 ܗܝܟܠܐ193 ܡ̣ܢ ܡܨܥܬܗ: ܘܐܬܚ̄ܙܝܘ ܬܡ̇ܢ ܚܝܠܘ̈ܬܐ ܫܡ̈ܝܢܐ194. ܘܝܥܘ195 ܠܗ196 ܓܦ̈ܐ ܪ̈ܘܚܢܐ. ܘܝܗ̣ܒ197 ܫܠܡܐ ܚܘܒܢܝܐ198 ܠܟܠܗܘܢ ܐܚ̈ܐ ܘܣܠܩ199 ܕܘܡܪܐܝܬ200 ܠܫܡܝܐ201 ܒܫܘܒܚܐ ܪܒܐ ܕܠܐ ܡܬܡܠܠ. ܘܐܬܚܠܛ ܥܡ ܡܠܐܟ̈ܐ ܩܕܝܫ̈ܐ ܚܒܪ̈ܘܗܝ202.

ܡܕܝܢ203 ܡܢܘ ܡ̣ܢ ܚܛ̈ܝܐ ܕܢܦܣܘܩ ܣܒܪܗ204. ܘܠܐ ܢܬܩܪܒ ܠܬܝܒܘܬܐ. ܘܐܢ ܢܗܘܢ ܠܗ ܚܛܗ̈ܐ ܣܓܝܐܐ ܐܝܟ ܬܠܓܐ ܢܬܚܘܪܘܢ205. ܐܢ ܕܝܢ ܗܢܐ ܕܡܪܕ ܥܠ ܐܠܗܐ. ܘܚ̣ܛܐ206 ܘܐܚܛܝ ܠܣܓ̈ܝܐܐ207. ܡܬܚܐ ܕܙܒܢܐ ܐܪܝܟܐ ܫܬܐ ܐܠܦܐ ܕܫܢܝܐ208. ܘܐܫܟܚܬ̤ ܠܗ209 ܬܝܒܘܬܗ210 ܕܬܗܦܟܝܘܗܝ ܠܗ̇ܘ211 ܛܟܣܗ ܩܕܡܝܐ212. ܡ̇ܢ ܠܐ ܢܟܕܘܢ ܨܘܪܗ ܒܢܝܪܗ̇ ܕܬܝܒܘܬܐ. ܕܗܘ̣ ܡܪܢ ܢܬܠ ܠܢ ܒܛܝܒܘ ܕܚܢܢܗ213. ܕܐܝܟ ܨܒܝܢܗ ܢܫܡܫ214 ܩܕܡܘܗܝ ܟܠܗܘܢ ܝܘ̈ܡܬܐ ܕܚܝ̈ܢ ܠܥܠܡ215 ܥܠܡܝܢ ܐܝܢ216 ܘܐܡܝܢ217.

ܫܠܡܬ̤ ܬܫܥܝܬܗ ܕܫܐܕܐ ܬܝܒܐ ܘܠܡܪܢ ܕܘܟܣܝܣ ܐܡܝܢ.

La redacción β

ܬܘܒ ܬܫܥܝܬܐ ܕܥܠ ܚܕ ܡܢ ܫ̈ܐܕܐ ܕܩܪܒ ܬܝܒܘܬܐ ܘܐܬܩܒܠ ܡܢ ܐܠܗܐ ܡܪܚܡܢܐ: ܩܪܝ ܘܠܐ ܐܦܣܘܩ ܣܒܪܐ ܐܘ ܚܛܝܐ.

ܐܝܬ ܗܘܐ ܥܘܡܪܐ ܚܕ ܒܡܨܪܝܢ ܒܡܕܒܪܐ ܓܘܝܐ. ܘܐܝܬ ܗܘܐ ܒܗ ܐܚ̈ܐ ܣܓܝ̈ܐܐ ܐܢ̈ܫܐ ܩܕ̈ܝܫܐ. ܘܐܝܬ ܗܘܐ ܠܗܘܢ ܩ̇ܝܘܡܐ ܕܥܕܬܐ ܐܘܟܝܬ ܩܘܢܟܝܐ ܐܚܐ ܚܕ. ܘܠܟܠܗܘܢ ܥܒ̇ܪ ܗܘܐ ܗܘ ܒܡܝܬܪ̈ܬܗ. ܘܒܚܕ ܡ̣ܢ ܝܘܡ̈ܝܢ ܟܕ ܒܥ̣ܐ ܕܢܐܦܐ ܩܨܬܐ. ܫܓܪ ܬܢܘܪܐ ܐܝܟ ܥܝܕܗ ܘܠܐ ܡܬ̇ܡܨܐ ܗܘܐ ܐܢܫ ܕܢܩ̣ܪܘܒ ܠܗ ܡܢ ܫܘܠܗܒܐ ܘܓܘܘܙܠܐ ܕܢܘܪܐ. ܘܟܕ ܥܦܪܐ ܘܩܛܡܐ ܘܡܝ̈ܐ ܪܐ̇ܣ ܗܘܐ ܒܗ̇ ܠܐ ܡܫܬ̇ܗܐ ܗܘܐ. ܡܚܕܐ ܕܝܢ ܐܕܝܩ ܗܘܐ ܡܢ ܫܠܝܐ ܒܓܘܗ. ܘܚܙܐ ܒܕܡܘܬ ܥܠܝܡܐ ܕܢܘܪܐ ܕܝ̈ܬܒ ܒܓܘ ܬܢܘܪܐ. ܘܪܫ̣ܡ ܠܘܩܒܠܗ ܐܬܐ ܕܨܠܝܒܐ. ܘܟܕ ܪܘܫܡܐ ܕܨܠܝܒܐ ܢܦ̣ܠ ܥܠܘܗܝ ܣܠܩ ܡ̣ܢ ܫܠܝܐ ܡܢ ܓܘ ܢܘܪܐ. ܘܐܫܬܚܠܦ ܘܗܘ̤ܐ ܥܠܝܡܐ ܫܦܝܪܐ. ܘܢܦ̣ܠ ܥܠ ܐܦܘ̈ܗܝ ܥܠ ܐܪܥܐ ܩܕܡ ܪ̈ܓܠܘܗܝ ܕܩܘܢܟܝܐ ܘܣܓܕ ܠܗ. ܗ̣ܘ ܕܝܢ ܐܡ̣ܪ ܠܗ. ܕܡ̇ܢ ܐܢ̄ܬ ܘܡܘܢ ܫܡܟ ܘܡ̇ܢ ܫܪܒܟ ܕܒܗܠܝܢ ܕܡ̈ܘܬܐ ܡܬܚܙܐ ܐܢ̄ܬ ܠܝ. ܗܘ̣ ܕܝܢ ܫ̇ܪܝ ܕܢܐܡܪ ܠܗ ܒܕܡ̈ܥܐ ܚܢܝ̈ܓܬܐ. ܕܐܢܐ ܐܢ̣ܐ ܐܘ ܓܒܝܗ ܕܐܠܗܐ. ܚܕ ܡ̣ܢ ܫܐܕ̈ܐ ܐܝܬܝ. ܘܒܥ̇ܐ ܐܢܐ ܕܐܩ̇ܪܒ ܬܝܒܘܬܐ ܠܐܠܗܐ ܥܕܠܐ ܢ̇ܕܪܟܢܝ ܕܝܢܗ ܩܫܝܐ. ܐܠܐ ܥܒܕ ܥܡܝ ܛܝܒܘܬܐ ܘܗܘܝ ܡܨܥܝܐ ܒܝܬ ܠܐܠܗܐ. ܘܐܦܝܣ ܚܠܦܝ ܠܪܫ ܥܘܡܪܐ ܕܢܩܒܠܢܝ ܒܕܝܪܐ ܗܕܐ. ܐܝܟ ܥܠܝܡܐ ܕܨ̇ܒܐ ܕܢܗܘܐ ܝܚܝܕܝܐ. ܘܐܢܐ ܦܠܚ ܐ̄ܢܐ ܒܩܢܘܒܝܢ ܘܡܪܥܐ ܐ̄ܢܐ ܠܗ ܠܡܫܝܚܐ ܕܐܪܓܙܬܗ. ܗܐ ܡ̣ܢ ܕܐܫܬܕܝܬ ܘܥܕܡ ܠܗܫܐ. ܘܝܡ̇ܐ ܗܘܐ ܠܗ ܫܐܕܐ ܗܘ̇ ܘܐܡ̇ܪ ܥܡ ܕܡ̈ܥ ܚܝ̈ܢܝܓܬܐ: ܕܠܐ ܗ̇ܘ ܚܝܠܐ ܕܫܕܢܝ ܡ̣ܢ ܫܡܝܐ. ܕܠܘ ܒܢܟܠܐ ܡܡܠܠ ܐ̄ܢܐ ܥܡܟ. ܘܐܠܘ ܒܢܟܝܠܘܬܐ ܡܡܠܠ ܗܘܝܬ ܥܡܟ ܠܐ ܡܬܚܙܐ ܗܘܝܬ ܠܟ ܒܢܘܪܐ. ܘܐܦܠܐ ܒܐܣܟܡܐ ܗܢܐ ܡܫܬܘܝ ܗܘܝܬ ܠܝ ܡܢ ܐܝܬܝ. ܐܢܐ ܓܝܪ ܠܐ ܡܡܪܚ ܐܢܐ ܕܐܪܚ ܒܫܡܝܐ ܘܐܒ̇ܥܐ ܫܡ̇ܘ[¿?] ܕܠܐ ܡܨܥܝܐ ܘܠܐ ܡܦܝܣܢܐ ܕܝܠܝ. ܡܛܠ ܕܠܝܬ ܠܝ ܓܠܝܘܬ ܐܦ̈ ܠܘܬ ܐܠܗܐ ܡܪܚܡܢܐ. ܐܠܐ ܐܬܦܪܩ ܒܐܝܕܝܟ ܘܗܘܝ ܥܠܬܐ ܕܡܬܦܢܝܢܘܬܝ ܕܠܘܬ ܚܝ̈ܐ. ܗܘ ܕܝܢ ܩܘܢܟܝܐ ܐܝܬܘܗܝ ܗܘܐ ܒܬܗܪܐ ܪܒܐ ܘܒܕܘܡܪܐ. ܡܛܠ ܕܓܒܪܐ ܪܒܐ ܐܝܬܘܗܝ ܗ̄ܘܐ. ܘܡܢ ܐܠܗܐ ܐܬܓܠܝ ܠܗ ܣܘܥܪܢܐ ܗܢܐ ܗܟܢܐ ܐܝܬܘܗܝ. ܘܒܗ ܒܝܘܡܐ ܘܐܦܝܣ ܠܪܫ ܕܝܪܐ ܟܕ ܐܡ̇ܪ. ܕܗܢܐ ܥܠܝܡܐ ܨ̇ܒܐ ܕܢܗܘܐ ܝܚܝܕܝܐ. ܐܠܐ ܐܢ ܡܬܚܙܝܐ ܠܪܒܘܬܟ ܩܒܠܗܝ ܒܥܘܡܪܐ ܗܢܐ. ܪܫ ܕܝܪܐ ܐܡܪ ܠܩܘܢܟܝܐ. ܕܟܠܡܕܡ ܕܦܩܕܐ ܠܢ ܚܣܝܘܬܝܟ ܥ̇ܒܕ ܚܢܢ. ܗܝܕܝܢ ܒܪ ܫܥܬܗ ܐܦܝܣ ܠܝܚܝ̈ܕܝܐ ܡܛܠܬܗ ܩܟܠܘܗܝ ܘܥܒܕ ܘܗܝ ܒܓܘܐ ܕܢܦܠܘܚ ܩܘܢܡܝܢ. ܘܠܟܠ ܟܪ ܕܡܫܕܪܝܢ ܗ̄ܘܘ ܠܗ. ܐܝܟ ܒܪܩܐ ܩܠܝܠܐ ܪܗܛ ܗܘ̣ܐ. ܐܢܗܘ ܕܟܕ ܠ̈ܩܝܣܐ ܐܙ̇ܠ ܗܘܐ ܕܢ̇ܝܬܐ ܠܟܠܗ ܥܒܐ ܐܝܟ ܕܠܡ̣ܐܡܪ ܡܝܬܐ ܗ̄ܘܐ. ܘܚܕܝܢ ܗܘܘ ܒܗ ܟܠܗܘܢ ܐܚ̈ܐ. ܘܣܡܘ ܠܗ ܐܚ̈ܐ ܫܡܐ ܥܒ̣ܕܐ ܩܠܝܠܐ. ܘܬܗܪܐ ܗܘܐ ܠܡܚܙܝܗ. ܘܒܣܘܓܗܘܢ ܕܝܘ̈ܡܬܐ ܕܠܐ ܣܝܒܪܬܐ ܐܝܬܘܗܝ ܗܘܐ ܘܕܠܐ ܫܩܝܐ ܡܩܘܐ ܗܘܐ. ܐܠܐ ܟܕ ܡܣܬܫܒܪ ܗܘܐ ܩܕܡܝܗܘܢ ܩܠܝܠ ܐܟ̇ܠ ܗܘܐ. ܟܠ ܕܝܢ ܝܚܝܕܝܐ ܕܐܝܬ ܗܘܐ ܠܗ ܥܠܬܐ ܐܝܕܐ ܕܗܝ ܒܝܡܐ ܘܐܢ ܒܝܒܫܐ. ܐܬܐ ܗܘܐ ܠܘܬܗ. ܘܡܫܕܪ ܗܘܐ ܠܗ ܒܗ̇. ܘܡܢܫܠܝ ܐܝܟ ܪܘܚܐ ܕܢ̇ܫܒܐ ܒܪ ܫܥܬܗ ܡܣܓܐ ܗܘܐ ܠܗ: ܘܒܕܘܡܪܐ ܐܝܬܝܗܘܢ ܗܘܘ ܝܚܝ̈ܕܝܐ ܒܫܪܒܗ. ܡܛܠ ܕܝܢ ܨܘܡܗ ܘܢܙܝܪܘܬܗ ܥܡ ܡܟܝܟܘܬܗ ܘܡܫܬ̇ܡܥܢܘܬܗ. ܘܣ̇ܒܪܝܢ ܗܘܘ ܥܠܘ ܐܝܟ ܐܢܫ218 ܕܢ̇ܩܝܦܐ ܠܗ ܛܝܒܘܬܐ. ܡܛܠ ܥܘܠܠܗ […]219

ܚܝܠܘ̈ܬܐ ܘܐܪ̈ܟܐܣ ܩܕܝ̈ܫܬܐ ܕܡ̈ܠܐܟܐ. ܘܡܚܕܐ ܟܠܗܘܢ ܝܚܝܕ̈ܝܐ ܒܕܚܠܬܐ ܪܒܬܐ ܗܘܘ. ܘܫܒܚܘ ܠܐܠܗܐ ܥܠ ܝܡܐ ܪܒܐ ܕܡܪܚܡܢܘܬܗ ܘܒܬܪ ܗܠܝܢ ܐܚ̈ܝ ܡܢܘ ܕܢܦܣܘܩ ܣܒܪܐ ܕܚܝ̈ܘܗܝ ܘܠܐ ܢܬܩܪܒ ܠܬܝܒܘܬܐ؟ ܘܐܦ ܗܘ̇ ܕܐܝܬ ܠܗ ܚ̈ܛܗܐ ܐܝܟ ܫܐܕܐ. ܐܢܗܘ ܕܗܢܐ ܕܐܩܝ̣ܡ ܡܪܘܕܘܬܐ ܥܠ ܡܪܗ ܘܨܒ̣ܐ ܕܢܚܛܘܦ ܠܗ ܫܡܐ ܕܐܠܗܐ. ܘܗܘܐ ܥܠ̣ܬ ܒܙܚܐ ܠܣܓ̈ܝܐܐ. ܙܒܢܐ ܕܐܫܬܐ ܐ̈ܠܦܝܢ ܕܫܢ̈ܝܐ ܚܛܐ ܘܐܚܛܝ ܘܐܪܓܙ220 ܠܡܪܝܐ. ܘܐܫܟܚ ܬܝܒܘܬܐ ܒܙܒܢܐ ܙܥܘܪܐ ܘܦܢ̣ܐ ܠܛܟܣܗ ܩܕܡܝܐ ܘܟܕܢ ܢܦܫܗ ܒܢܝܪܐ ܒܣܝܡܐ ܕܬܝܒܘܬܐ. ܚܙ̣ܝ ܚܛܝܐ ܠܐ ܐܦܣܘ̣ܩ ܣܒܪܐ ܡܢ ܐܠܗܐ. ܘܩܕ̈ܡܝܬܐ ܡܫ̈ܬܒܩܢ ܠܟ. ܡܨܐ ܗܘ ܓܝܪ ܐܠܗܐ ܕܢܥܕܪ ܠܐܝܠܝܢ ܕܦܢܝܢ ܠܘܬܗ ܕܠܗ ܫܘܒܚܐ ܘܥܠܝܢ ܪܚܡܘ ܠܥܠܡܥܠܡܝܢ ܐܡܝܢ.

ܫܠܡܬ̤ ܬܫܥܝܬܗ ܕܗ̇ܘ ܫܐܕܐ ܬܒ ܘܐܬܩܒܠ ܡܢ ܠܐܠܗܐ ܒܗܘܢ ܨܠܘ ܐܚ̈ܝ.

Traducción

A continuación por el poder de nuestro Señor escribimos la historia del demonio arrepentido (Redacción α)

Dijeron los demonios Zeus, Apolo y Artemisa unos a otros: “Bienaventurados son los cristianos porque tienen a Jesucristo, el bautismo y el sacrificio221. Y si pecan y se descarrían, pero presentan penitencia, Cristo los acepta”. Y (los demonios) dijeron: “¿Si nosotros presentáramos penitencia, Cristo nos aceptaría?”. Y dijeron Zeus y Apolo no tenemos la confianza para presentar penitencia, salvo por medio de los cristianos, que nos presentan222. ¿Quién de ustedes puede hacer esto?” Y dijeron todos: “No podemos”. Pero dijo uno de los que estaba en el medio: “Yo iré, pero ¿Dónde iré? ¿A una aldea o a un convento?” Y le dijeron Zeus, Apolo y Artemisa: “Ve al convento. Pues el convento es mejor, es puro y hay en él solitarios, extranjeros y santos” 223.

Y esta es la historia de un demonio que se arrepintió y además fue recibido por Dios y ascendió a los cielos

Había un convento de solitarios en el desierto de Egipto. Y había en él como doscientos hermanos que daban gran testimonio con conducta virtuosa. Y (los hermanos) tenían un sacristán que superaba a todos en virtud224. Y un día, cuando se disponía a cocinar el pan de la eucaristía225, al ser encendido por fuera de la costumbre cotidiana el horno permanecía (caliente). Y al arrojar (el sacristán) en él ceniza, polvo y agua para que se enfriara para hornear el pan226, éste ardía más y más, y se calentaba y avivaba. Cuando el sacristán se acercó, miró y vio dentro de él (horno) como una cierta forma de perro que estaba parada dentro del horno. Y trazó sobre ella la señal de la cruz. Y cuando el signo de la cruz cayó sobre ella, de inmediato salió del horno. Y se transformó en la forma de un joven227 bello que cayó de rostro ante el sacristán y abrazó sus pies mientras lloraba amargamente, empapando sus pies con sus lágrimas. Y habló el sacristán diciéndole: “¿Quién eres y cuál es tu asunto que te has manifestado a mí con esta forma?” Él habló diciéndole: “Yo, oh elegido de Cristo, soy uno de los demonios y le ruego a tu santidad que seas para mí ocasión de penitencia. Y con tu ayuda y mediación alcanzaré la vida anterior que destruí, con la transgresión del mandamiento que nos sucedió con nuestra desobediencia. Y a causa de esto considero que soy merecedor del juicio. Y ahora te pido que vayas y convenzas al superior del convento que me reciba en este convento228 como un varón laico que pide ser solitario. Y yo incluso ahora, ¡oh Mi Señor! pido servir229 en el cenobio. Y aplacaré a Cristo al que antes enfurecí. Y a causa de esto fui humillado y expulsado de mi grado anterior. Pues no tengo confianza para presentar penitencia si no es por la intercesión de los humanos”. Y el demonio juraba mientras lloraba y decía: “No es la fuerza que me expulsó de mi antigua autoridad. Pues no hablo contigo con engaño. Entonces no me prives del arrepentimiento del temor de Dios que me mueve”. Cuando el sacristán escuchó estas cosas –porque era un varón grande y virtuoso y me parece a mí que también este asunto le fue revelado y manifestado por Dios– convenció al superior del convento y lo llevó al monasterio para que sirviera en el cenobio230. El demonio se humilló a sí mismo y manifestó gran obediencia a todos los hermanos solitarios. Y a todo asunto al que lo enviaban se apresuraba como un rayo veloz. Y si lo enviaban por leña, cortaba todo el bosque, por así decirlo, y volvía trayéndolo. Y le encargaban todo asunto difícil y de inmediato como un rayo lo realizaba y servía las necesidades de los hermanos en aquello que le ordenaban. Y si alguno iba al refectorio, lo veía ahí. Y si (iba) al común allí lo encontraba. No provocaba a nadie, no disputaba con nadie, no peleaba con nadie, no se burlaba de la apariencia de ninguna persona. Nadie lo veía dormir, no se cansaba, no se descorazonaba. No cesaba el llanto de sus ojos231. ¿Quién tiene corazón duro como piedra para escuchar el sonido de su llanto por las noches y no humedecer su cama con lágrimas? Todos los residentes y cenobitas que descansaban a su alrededor y escuchaban el sonido de su llanto, separaban su alma del cuerpo por la fuerza de sus suspiros y sus ruegos232.

Y como me fatigaría si pusiera por escrito sus bellezas espléndidas233, no soy capaz (de hacerlo). Y porque no podemos traer a cuento todos los portentos que realizó234, para no importunar al lector prolongando la historia235 solo narraré uno de esos portentos, el hecho de mayor admiración, y dejaremos de lado otros. En aquellos días, después de servir casi tres años, empezaba el ayuno de cuaresma. Los monjes236 necesitaban un poco de pescado. Y como la ciudad estaba lejos, los hermanos lo enviaron para que fuera a la ciudad. Y, cuando emprendió el camino, no se dirigió a la ciudad, sino que se apresuró como rayo veloz hasta el mar. Y había en la orilla del mar una barca de pescadores llena de grandes pescados. Y237 la cargó con gran fuerza y la depositó en el patio del convento al amanecer238, llena de pescados y marineros del mar y muchos pescadores239. Cuando amaneció y los monjes salieron, vieron la barca que estaba depositada en el medio del patio240 y los pescadores que estaban en ella como muertos. Y temieron mucho y de inmediato golpearon la campana de la comunidad. Y se reunieron el superior del convento y todos los hermanos y vieron ese portento que no hubo otro como tal y del que no se escuchó en el mundo. Y el diablo, viendo que los monjes241 temían, habló diciéndoles: “¿Por qué dudan, no saben que nada es imposible a Dios? Tomen los pescados que pidieron, y la barca volverá a su lugar por sus oraciones”242. Y el diablo se puso de pie de repente y levantó los pescados de la barca y puso ante los pescadores el dinero del precio de los pescados. Y luego levantó de nuevo la barca a la vista de todos los monjes y la puso en su lugar en la orilla del mar. Y volvió al convento. Y los solitarios, al ver este portento, hablaron diciéndole: “Varón243, queremos conocer cuál es tu asunto y cuál es tu historia, porque si hiciste estas cosas por el poder de Dios, no es justo que un hombre como tú nos sirvas, porque somos pecadores. Pero si haces estas cosas con el poder de los diablos, no habitarás entre nosotros”. Entonces (el demonio) habló diciéndoles: “¡Oh Señores! Pregúntenle a su propio sacristán acerca de mi miseria. Porque él conoce mis propias cosas y les informará de mi asunto”. Y cuando llamaron al sacristán y lo interrogaron, les reveló toda la verdad. Y hablaron diciéndole al diablo: “¿Qué deseas hacer ahora?”. (El demonio) les dijo: “Les pido a sus santidades, ¡Oh Señores! que permanezcan conmigo en oración por tres días y tres noches ante Dios, para que perdone mis pecados. Pues es compasivo y su misericordia perdona a los pecadores”. Y permanecieron todos los solitarios dentro el templo en oración por su causa, al tercer día en el momento de la manifestación del Espíritu Santo en el sacrificio244. Mientras todos los monjes245 clamaban a Dios con llantos por su causa. Y él (demonio) estaba de pie con el sayal y ceniza246 frente a la puerta del santuario. Y de inmediato el templo247 se rajó por el medio248. Y se manifestaron allí los poderes celestes249 y le crecieron alas espirituales. Y él (demonio) dio la paz amistosa a todos los hermanos y ascendió250 admirablemente al cielo251 con una gran gloria indescriptible. Y fue acompañado por sus compañeros los ángeles santos252.

Entonces, ¿quién de los pecadores perderá su esperanza y no mostrará penitencia? Incluso si tiene muchos pecados253 será blanqueado como nieve254. Pues si éste que se rebeló contra Dios y pecó e hizo pecar a muchos por largo período de tiempo, seis mil años, lo alcanzó su penitencia que lo devolvió a su antiguo orden, ¿quién no ceñirá su cuello en el yugo de la penitencia? Que nuestro Señor nos de la gracia de su misericordia, que según su voluntad sirvamos ante él todos los días de nuestra vida, eternamente, Amén255.

Finalizó la historia del demonio arrepentido y Gloria a Dios amén.

A continuación, la historia sobre uno de los demonios que mostró penitencia y fue recibido por Dios el misericordioso, pide y no pierdas la esperanza ¡oh pecador! (Redacción β)

Había un convento en el desierto interior256 de Egipto. Y había en él muchos hermanos, hombres santos. Y tenían un ayudante de la iglesia, es decir un hermano sacristán que a todos sobrepasaba en su virtud. Y un día cuando se disponía a hornear el pan de la eucaristía, encendió el horno como era su costumbre, pero no era posible para nadie acercarse a él (horno) por el calor y la llama del fuego. Y al lanzar ceniza, polvo y agua en él, (el fuego) no disminuía. Y de inmediato miró dentro de él y vio la imagen de un joven de fuego sentado dentro del horno. E hizo contra él la señal de la cruz. Y cuando el signo de la cruz cayó sobre él, salió de inmediato del fuego y se transformó en un joven bello y cayó de cara sobre la tierra ante los pies del sacristán y se prostró ante él. Entonces él (sacristán) le dijo: “¿Quién eres, cuál es tu nombre y tu asunto que te me muestras de esa forma?” Él (demonio) empezó a hablarle con tristes llantos: “Yo soy, oh elegido de Dios, uno de los demonios. Y te ruego que muestres penitencia ante Dios para que no me alcance su duro juicio. Y que hagas penitencia conmigo y seas mediador ante Dios. Y convence por mí al superior del convento para que me reciba en este monasterio, como un joven que desea ser solitario. Y yo serviré en el cenobio y complaceré a Cristo al que enfurecí por lo que fui expulsado hasta ahora”. Y le juraba el demonio diciéndole con lágrimas tristes: “No es el poder que me expulsó del cielo, pues no hablo contigo con engaño y tampoco hablé contigo con mentira. No me manifesté a ti con fuego ni soy semejante a esta figura. Pues yo no me atrevo a viajar al cielo y rogar [...]257 ni intermediario ni intercesor mío, porque no tengo confianza ante Dios el compasivo. Pero fui liberado por tus manos y fuiste causa de mi devolución a la salvación”. Entonces el sacristán se sorprendió mucho y estaba estupefacto, porque era un varón grande le fue revelado por Dios que el asunto era así. Y ese día informó al abad diciendo: “Este joven quiere ser solitario solo si le parece a tu grandeza recibirlo en este convento”. El abad le dijo al sacristán: “Haremos cualquier cosa que nos ordene tu santidad”. Entonces de inmediato convenció a los solitarios de que lo aceptaran y lo hicieran de la comunidad que trabajaba en el cenobio. Y a cada lugar que lo enviaban, se apresuraba rápido como rayo. Y si iba por leña traía todo el bosque como se dice. Y todos los hermanos se complacían con él. Y los hermanos le pusieron el nombre de “sirviente veloz”. Y fue una maravilla verlo y estaba la mayor parte de los días sin comida y permanecía sin bebida. Excepto cuando se alimentaba ante ellos que comía poco. Pues todo solitario que tenía un asunto que era en el mar o en la tierra, recurría a él, y allí lo enviaba. Rápidamente se apuraba como viento de tormenta de inmediato, y los solitarios se asombraban por su causa, por su ayuno, su ascetismo con su humildad y obediencia. Y lo consideraban alguien digno de la gracia. Porque su llegada […]

[…] las fuerzas y los principados santos de los ángeles. Y de inmediato los solitarios estaban en gran temor y glorificaron a Dios por el gran mar de su misericordia.

Y después de estas cosas hermanos ¿quién perderá la esperanza de su salvación y no mostrará penitencia? Incluso el que tiene pecados como el demonio. Si este que se levanto en rebelión contra su Señor y quiso tomar para sí el nombre de Dios. Y fue causa de desgracia para muchos. Un período de seis mil años pecó e hizo pecar y enfureció al Señor. Y en poco tiempo adquirió el perdón y recibió de nuevo su orden antiguo y se ciñó a sí mismo en el yugo placentero de la penitencia. Ve pecador, no pierdas la esperanza en Dios. Y las cosas anteriores te serán perdonadas, pues Dios puede ayudar a aquellos que vuelven hacia él, que la gloria sea suya y sobre sus amigos, por los siglos de los siglos, amén.

Finalizó la historia del demonio que se arrepintió y que fue recibido por Dios con la oración de los hermanos

Comentario

Como mencionamos en la introducción a este texto, el núcleo de su trama (la redención de un demonio que voluntariamente ingresa a un monasterio para obtener el perdón divino) resulta problemático por sus consecuencias teológicas. Tanto en el folklore258 como en la hagiografía259, los demonios fueron retratados casi unánimemente como la encarnación del mal absoluto, ciegamente empeñados en engañar o dañar a los humanos. Aunque su redención fue tema de debate entre los teólogos cristianos tanto de Oriente como de Occidente, salvo notorias excepciones la mayoría de ellos se inclinaron por despojarlos de toda posibilidad de redención260. En relación a dicha posibilidad, recordemos que la doctrina de la Apocatástasis gozó de relativa aceptación entre los cristianos del Cercano Oriente261. Aunque no podemos descartarlo por completo, parece poco probable que el relato se sustente en ella. No obstante ya señalamos que, para el autor, la posibilidad de la redención de toda la creación, incluso la de los demonios, está íntimamente unida a la idea del libre albedrío y la infinitud de la misericordia divina. A diferencia de la demonología lineal (e invariablemente negativa) de los teólogos, el demonio con una personalidad algo más compleja aparece en los exempla latinos de los siglos XII y XIII como una proyección de las ansiedades provocadas en los seres humanos por la incertidumbre de la salvación. En aquellos exempla, la gracia divina podía ser añorada por un demonio que experimentaba remordimiento interior, pero al parecer la redención nunca era plenamente alcanzada262. Pero, aquello que en los exempla es una vaga posibilidad, en nuestro relato es confirmado por la envidia de los demonios ante la libertad de palabra de los humanos ante Dios. En tal sentido, podemos notar cierta afinidad con la literatura judía, que confiere cierto margen moral a los seres demoníacos263. Por otra parte, el demonio de nuestra historia tiene muchas afinidades con los genios (جن) de la literatura islámica. Éstos, aunque a veces quedaron asociados a los demonios de la tradición judeocristiana, fueron usualmente considerados como entidades diferentes tanto de humanos como de ángeles en la medida que habían sido creados del fuego y que podían guardar características morales, ya sean positivas como negativas264.

El diálogo entre los demonios que precede a la historia en algunas redacciones es, como señalamos, una adición relativamente tardía pero es igualmente significativa. Sus términos refuerzan el énfasis en la eficacia de la penitencia y la liturgia como vehículos privilegiados de salvación. Los demonios, con nombres de deidades griegas, están deseosos de obtener el perdón divino. No obstante, se encuentran imposibilitados de obtenerlo ya que, a diferencia de los seres humanos, son incapaces de acceder por sí solos a la redención. En tal sentido, la intercesión humana se les hace indispensable. Cualquiera sea el caso, si la intercesión de los cristianos es el único camino que tienen los demonios para alcanzar la redención, ella se realiza con mayor perfección en un convento.

Esta insistencia en el monasterio como espacio en el que se manifiesta con mayor eficacia la gracia divina es un sólido indicio del contexto monástico en el que nació la leyenda. En particular, Egipto adquiere un valor simbólico fundamental como su lugar de origen y hogar de sus figuras más rutilantes. Esto adquiere especial relevancia en la redacción β, que especifica que el monasterio se encontraba en el “desierto interior”, es decir Wadi Natrun. Esta precisión geográfica no sería gratuita ya que probablemente el autor podría haber tenido en mente (sin nombrarlo) al monasterio de Dayr al-suriani (literalmente el monasterio de los sirios), lugar en el que los monjes sirio-ortodoxos se instalaron en Egipto.

La historia propiamente dicha comienza con el portento del horno que introduce a los personajes principales, el sacristán del monasterio y el demonio. Toda la escena se construye en torno a topoi de la literatura monástica. En primer lugar, el fuego inextinguible del horno es una evidente metáfora del fuego infernal pero, además, es la materia (de acuerdo con la tradición islámica) de la que están hechos los genios. Al mismo tiempo, las variantes que presentan todos los testimonios al describir la forma en que se manifiesta el demonio indica hasta qué punto la historia rozaba los bordes de la heterodoxia. Mientras que en las versiones sirio-orientales el demonio en el horno tiene inicialmente la forma de un perro265 para luego transformarse en un joven, en la redacción sirio-occidental es desde el comienzo un “joven de fuego”. Esa misma tensión se advierte en las versiones sirio-orientales en el uso alternativo de “bello joven” (ܥܠܝܡܐ ܫܦܝܪܐ) y “bello niño” (ܛܠܝܐ ܫܦܝܪܐ) –arquetipos de la tentación sexual en la literatura monástica– para caracterizar al demonio una vez materializado. La falta de un vocabulario consistente refleja evidentemente las incertidumbres ante las restricciones en torno al reclutamiento de niños imberbes en los monasterios266. Además, la señal de la cruz (como gesto de autoridad utilizada para someter a los demonios) y las fórmulas mismas del interrogatorio pueden encontrarse también en las prescripciones monásticas para discernir la naturaleza de las visiones267.

En el diálogo con el sacristán, el autor pone en boca del demonio una expectativa de redención que aspira a una restauración del estado de gracia anterior a la caída (de los demonios) fundada en una práctica ascético-litúrgica. Así, las virtudes monásticas y la celebración eucarística son los vectores primarios para alcanzarla. En tal sentido, la enumeración de las virtudes del monje-demonio está construida en torno a las virtudes clásicas de la literatura monástica, esto es, la humildad, la obediencia y el arrepentimiento a las que se les suma su sobrenatural destreza para cumplir los mandatos de sus superiores.

Con respecto al portento de la barca y los peces, cabe resaltar que el poder del protagonista se encuentra lejos de las tipologías de milagros usuales en la literatura hagiográfica. Al contrario, sus intenciones y acciones se encuentra más próximas de la picardía (¡aunque paga por los pescados!) de las fábulas edificantes que de una manifestación de santidad. En el mismo sentido, notemos que la disyuntiva entre un portento realizado “con el poder de Dios” o “con el poder de los diablos”, que determinaría su expulsión del monasterio, nunca es plenamente resuelta. En otras palabras, su función no es tanto mostrar los méritos del demonio como dar una resolución a su identificación.

Una vez identificado, la historia concluye con su redención durante la liturgia. Los monjes permanecen en oración en la iglesia del monasterio durante tres días, mientras que el demonio los acompaña con los hábitos del penitente en la puerta del santuario (ܩܢܟܐ del gr. κόγκη), donde se encuentra el altar, es decir, el pórtico (sir. ܩܣܛܪܘܡܐ del gr. κατάστρωμα). De inmediato, la nave (ܗܝܟܠܐ) de la iglesia (o su puerta en otra de las versiones) se parte al medio y el demonio es ascendido a los cielos por los ángeles. Las sensibles variaciones que hay entre las distintas redacciones en esta escena dan cuenta de las incertidumbres en torno a las implicaciones teológicas de la posición del demonio en la iglesia. Cualquiera sea el caso, su ubicación en el punto que media entre el santuario (espacio reservado al clero y representación física del cielo) y la nave (donde se ubican los laicos y representación de la tierra) carga de simbolismo el edificio eclesial. Mucho más importante resulta la ruptura de la puerta del santuario (o del templo mismo, en otra versión) que hace alusión a la ruptura del velo del templo de Jerusalén (Mt. 27: 51; Mc. 15: 38; Lc. 23:45)268 y simboliza en el plano espacial la redención del demonio y su restauración en las huestes angélicas.

En conclusión, es indudable que la posibilidad de que hasta los demonios puedan ser merecedores del perdón divino es el elemento más original de esta historia. Por supuesto, no hay una teología definida detrás de ella, sino una enseñanza de tipo moral que afirma que, incluso los mayores pecadores si hacen sincero arrepentimiento, pueden alcanzar la salvación.

Fecha de recepción: 13 de abril de 2023

Fecha de aceptación: 15 de junio de 2023


1 Para una primera aproximación al género ver Jack Zipes, The Irresistible Fairy Tale: The Cultural and Social History of a Genre, Princeton, Princeton University Press, 2012.

2 Alphonse Mingana, Catalogue of the Mingana Collection of Manuscripts, Cambridge, W. Heffer & Sons, 1939, p. 674.

3 Ibid., p. 186.

4 Liza Anderson, Story of a Demon who Repented and was Accepted by God, traducción inédita accesible en https://www.academia.edu/2151969/Story_of_a_Demon_who_Repented_and_was_Accepted_by_God.

5 Françoise Briquel-Chatonnet, Alain Desreumaux y Jacob Thekeparampil, “Découverte d’un manuscrit très important contenant des textes apocryphes dans la bibliothèque de la métropolie de l’Eglise de l’Est à Trichur, Kérala, Inde”, Orientalia Christiana Analecta, 256 (1998), 587-597; Mar Aprem Mooken, Assyrian Manuscripts in India, Thrissur, Mar Narsai Press, 2011.

6 En este caso no nos referimos a la Iglesia Católica Caldea de Iraq, en comunión con la Iglesia Católica Apostólica Romana, sino a la Iglesia Sirio-caldea de la India que es un arzobispado dentro de la Iglesia Asiria de Oriente (mal llamada Iglesia Nestoriana).

7 Eduard Sachau, Verzeichniss der Syrischen Handschriften der Königlichen Bibliothek zu Berlin, Berlín, Asher, 1899, pp. 284-285; Anton Baumstark, Geschichte des Syrischen Literatur mit Ausschluss der Christliche palästinischen Texte, Bonn, A. Marcus & A. Weber, 1922, p. 284, n. 7.

8 Julius Assflag, Verzeichnis der Orientalischen Handschriften im Deutschland, V, Syrische Handschriften. Wiesbaden, Steiner-Verlag, 1963, p. 51.

9 Este manuscrito no se encuentra disponible en la actualidad. Oshana Sarau & W. A. Shedd, Catalogue of Syriac manuscripts in the Library of the Museum Association of Oroomiah College, Urmia, Urumiah College, 1898, p. 27.

10 Addai Scher, “Notice sur les manuscrits syriaques du Musée Borgia aujourd’hui à la Bibliothèque Vaticane”, Journal Asiatique, 13 (1909), p. 259; Joseph-Marie Sauget, Un cas très curieux de restauration de manuscrit: Le Borgia Syriaque 39: étude codicologique et analyse du contenu, Roma, Biblioteca Apostolica Vaticana, 1981.

11 Françoise Briquel-Chatonnet, Manuscrits syriaques de la Bibliothèque nationale de France (nos 356-435 entrés depuis 1911), de la Bibliothèque Mejanes d’Aix-en-Provence, de la Bibliothèque municipale de Lyon et de la Bibliothèque nationale et universitaire de Strasbourg, París, Bibliothèque Nationale de France, 1997, p. 179.

12 Flavia Ruani, “Qui est le saint, qui le héros, dans l’Histoire syriaque de l’écolier tué par son maître?”, en Vincent Déroche, Brian Ward-Perkins, y Richard Wiśniewski (eds.), Culte des saints et littérature hagiographique: accords et désaccords, Lovaina, Peeters, 2020, pp. 195–211.

13 Sobre este tipo de literatura en la cultura siríaca ver Sergei Minov, “Christians, Jews, and Muslims in the Syriac Story of the Mystery Hidden in the Eucharistic Offering”, Aramaic Studies, 19/2, (2021), 198–214; IDEM, “Of men and Dogs. An Unpublished Syriac Fairy Tale from the Late Medieval Period”, Aramaic Studies, 20 (2022), 196-212.

14 Notemos, por ejemplo las coincidencias en estilo y contenidos con las Historias cómicas, compuestas por el célebre polímata Sirio-occidental Gregorio Bar Hebraeus (1226-1286). Cfr. Ernest Wallis Budge (trad.), The Laughable Stories of Bar-Hebraeus, Londres, Luzac, 1897. En esta obra, la brecha entre culto y popular se desdibuja, y las intenciones de su autor fue tanto educar como ofrecer lecturas entretenidas a su lector/audiencia.

15 Baumstark, op. cit., p. 284.

16 Sachau, op. cit., pp. 80-81; Baumstark, op. cit., p. 284.

18 Mingana, op. cit., p. 68.

19 Ibídem, p. 437.

20 A .ܐܡܪ ܫܐܕܐ

21 B ܙܘܣ así en el resto del párrafo.

22 B .ܡܩܒܠ ܠܗܘܢ ܡܫܝܚܐ

23 ܐܢ ܚܢܢ ܡܩܪܒܝܢܢ ܬܝܒܘܬܐ ܡܩܒܠ ܠܢ ܡܫܝܚܐ B om.

24 A om.

25 A om.

26 B .ܠܐ ܡܩܒܠ ܠܢ. ܘܐܡܪ ܐܢ ܚܢܢ ܡܩܪܒܝܢܢ ܥܠ ܐܝ̈ܝ ܟܪ̈ܣܛܝܢܐ: ܕܗܢܘܢ ܡܩܪܒܝܢ ܠܢ

27 C y E om.

28 C ܬܘܒ ܬܫܥܝܬܐ ܕܫܐܕܐ ܕܗܘ̤ܐ ܬܝܒܐ. D ܬܘܒ ܒܝܕ ܝܫܘܥ ܘܠܝܕ ܚܝ̈ܐ ܟܬܒܢܐ ܬܫܝܥܬܐ ܕܫܐܕܐ ܚܕ ܕܩܪܒ ܗ̄ܘܐ ܬܝܒܘܬܐ ܘܐܦ ܐܬܩܒܠ ܒܪ̈ܚܡܘ ܕܐܠܗܐ ܡܪܢ ܥܕܪܢܝ ܒܪܡܝܟ ܐܡܝܢ. E . ܬܘܒ ܬܫܝܥܬܐ ܕܫܐܕܐ ܚܕ ܕܩܪܒ ܗܘܐ ܬܝܒܘܬܐ ܐܦ ܐܬܩܒܠ ܒܪܚܡܘܗܝ ܕܐܠܗܐ. ܡܪܢ ܥܕܪܢܝ ܐܡܝܢ

29 En este punto comienza la narración:

ܘܐܝܬ ܗܘܐ ܒܗ ܐܚ̈ܐ ܐܝܟ ܬܠܬܡܐܐ E ܘܐܝܬ ܗܘܐ ܒܗ ܐܚ̈ܐ ܣܓܝ̈ܐܐ ܐܝܟ ܬܠܬܡܐܐ ܘܝܬܝܪ D ܘܐܝܬ ܗ̄ܘܐ ܒܗ ܬܠܬܡܐܐ ܐܚ̈ܐ C

30 C agrega ܘܒܕܘܒܪ̈ܐ ܕܟܬܒ̈ܐ ܘܒܥܝܕ̈ܐ ܫܦܝܪ̈ܐ ܡܬܬܘܣܦ ܗ̄ܘ̣ܐ

31 C D agrega ܐܘ ܫܪܝܬ̤

32 C ܟܕ ܡܫܬܠܗܒܐ ܠܒܪ ܡ̣ܢ ܥܝܕܐ ܕܟܠܝܘܡ ܒܥܐܕܐ ܡܪܢܝܐ ܕܓܠܝܢܗ ܕܡܪܢ ܟܕ ܒܥ̇ܐ ܗ̄ܘ̣ܐ ܕܢܣܕܘܦ ܩܨܬܐ ܒܬܢܘܪܬܐ. ܚܙܗ̇.

33 C om; D y E ܥܦܪܐ ܘܡܝ̈ܐ ܘܩܛܡܐ

34 Cܕܬܫܬܗܐ ܕܢܣܕܘܪ ܠܨܬܐ , D y E ܐܝܟ ܕܬܫܗܐ ܢܘܪܗ̇ ܘܚܝܠ ܩܪܨܗ̇

35 D y E ܝܬܝܪܐܝܬ

36 D y E om.

37 D y E ܘܐܕܝܩ

38 D om.

39 B ܚܪ

40 C om.

41 D y E ܘܚܙܐ ܒܓܘܗ̇ ܘܗܐ ܐܝܟ ܕܡܘܬܐ ܕܟܠܒܐ ܩܐ̇ܡ ܒܓܘܗ̇

42 B ܪܫܡ

43 A ܘܡ̣ܢ ܪܘܫܡܐ

44 Dܘܟܕ ܢܦ̣ܠ ܪܘܫܡܐ ܕܨܠܝܒܐ ܥܠܘܗܝ E ܢܦܠ ܥܠܘܗܝ

4545 C ܘܪܫܡ ܥܠܘܗܝ ܘܐܫܬܚܠܦ

46 D ܘܗܘ̤ܐ ܥܠܝܡܐ ܚܕ ܫܦܝܪܐ E ܘܗܘ̤ܐ ܐܝܟ ܥܠܝܡܐ ܫܦܝܪܐ ܘܐܫܬܚܠܦ

47 C om.

48 C agrega ܕܩܢܟܝܐ

49 D y E ܘܢܦ̣ܠ ܥܠ ܐܦܘ̈ܗܝ ܩܕܡ ܪ̈ܓܠܘܗܝ ܕܩܢܟܝܐ ܗܘ. ܘܨܒܥܘ ܐܢܝܢ ܒܕܡܥܐ.

50 D y E ܘܥܢ̣ܐ ܘܐܡ̣ܪ ܠܗ

51 B ܡܢ ܘܡܐ ܫܪܒܟ D y E ܡܢ ܐܢ̄ܬ ܘܡ̇ܢܘ ܫܪܒܟ

52 D y E om.

53 D om.

54 A ܫܐܕܐ ܐܝܼܬܝ

55 D y E ܘܒܥ̇ܐܢܐ

56 C ܡ̣ܢ ܩܕܝܡ ܠܚܝܐ ܕܐܘܒܕܬ

57 ܒܥܒܪ ܦܘܩܕܢܐ ܕܐܘܒܕܬ D y E om.

58 B ܡܫܬܡܠܢܘܬܐ

59 ܘܡܛܠ ܗܕܐ ܕܥܠ ܥܠܝܢ ܒܠܐ ܡܫܬܡܥܢܘܬܢ. D y E om.

60 D y E ܓܝܪ

61 C y B ܒܥ̇ܐ ܐܢܐ

62 D ܠܘܬܟܘܢ

63 C agrega ܒܩܢܘܡܝ

64 B y C ܘܡܥܪܒܐ ܐܢܐ

65 C ܠܐܠܗܐ

66 ܡ̣ܢ ܫܘܪܝܐ D y E om. y agrega ܗܘܝܬ

67 C ܡܬܠ ܗܕܐ

68 D y E ܘܗܐ ܡ̣ܢ ܟܕ ܐܫܬܕܝܬ

69 ܗ̄ܘ̣ܐ C D y E om.

70 E agrega ܕܝܢ

71 B agrega ܛܒܐ D y E ܡܛܠ ܕܓܒܪܐ ܪܒܐ ܐܝܬܘܗܝ ܗ̄ܘܐ.

72 ܠܝ D y E ܗܘܬ

73 ܗܢܐ D y E om.

74 ܗܝܕܝܢ D y E om.

75 ܐܦܝܣܗ D y E ܘܐܦܝܣܗ

76 D y E ܘܩܒ̇ܠܗ ܒܕܝܪܐ ܘܐܥܠܘܗܝ ܠܒܝܬ ܫܒܬܐ ܐܝܟ ܕܢܦܠܘܚ ܩܢܘ̈ܒܝܢ.

77 ܫܐܕܐ B duplica.

78 ܗܘ̤ ܕܝܢ ܫܐܕܐ ܡܟ̇ܟ ܢܦܫܗ ٨٧D y E om.

79 ܐܚ̈ܐ D y E om.

80 D y E ܒܟܠ

81 B agrega ܘܡܝܬܐ ܗܘܐ

82 D y E ܐܝܬ

83 ܡܫܕܪܝܢ D y E ܝܗܒܝܢ

84 ܐܝܟ ܪܦܦ ܥܝܢܐ D y E om.

85 C om.

8686 ܘܡܫܡܠܐ ܠܗ.D y E ܘܡܥܐ ܗܘܐ ܡܢܗ ܟܠܗ ܥܘܡܪܐ

87 D y E ܐܢ

88 ܠܒܝܬ ܫܒܬܐ ܐ̇ܙܠ ܗ̄ܘ̣ܐ ܐ̄ܢܫ E ܠܒܝܬ ܫܒܿܬܐ ܐ̄ܢܫ ܐ̇ܙܠ ܗ̄ܘ̣ܐ

89 C ܘܠܐ

9090 C ܘܠܝܬ

91 C ܘܠܐ

92 ܠܐ ܫܠܝܼ ܒܟܼܝܐ ܡ̣ܢ ܥܝܢܘ̈ܗܝ B ܠܐ ܫܠܐ ܡ̣ܢ ܒ̤ܟܝܐ C ܘܠܐ ܫ̇ܠܐ ܗ̄ܘܐ ܡ̣ܢ ܒܟܝܐ ܡ̣ܢ ܪܡܫܐ ܥܕܡܐ ܠܨܦܪܐ

93 C ܘܡܢܘ

94 A B ܘܫ̇ܡܥ

95 E om., D ܪ̈ܓܠܝܗܘܢ

96 A ܘܢܫܡ̱ܥܘܼܢ,

97 D y E om.

98 C ܡܫܢܝܐ ܗ̄ܘ̣ܬܼ ܕܝܢ

99 B ܥܡ

100 D y E om.

101 D y E om.

102 C agrega ܟܕ ܒܟܐ ܗ̄ܘܐ ܘܡܬܟܫܦ

103 B ܐܢܝܢ

104 C agrega ܕܡܠܘ̈ܗܝ.

105 ܠܐ ܡܫܟܚ ܐ̄ܢܐ. ܘܡܛܠ ܕܠܟܠܗܝܢ ܬܕܡܪ̈ܬܐ B om.

106106 ܘܟܡܐ ܕܣܥܪ D ܘܕܥܘ ܐܘܿ ܐܚܝ ܩܪ̈ܘܝܐ ܕܐܢܐ ܡܚܝܠܐ ܘܚܠܫܐ ܠܐ ܡܨܐ ܐ̄ܢܐ ܕܐܟܬܘܒ ܬܕܡܪ̈ܬܐ ܘܚܝ̈ܠܐ ܕܣܥ̣ܪ. ܡܛܠ ܕܟܠܗܝܢ ܬܕܡܪ̈ܬܐ E .ܘܟܡܐ ܠܐܐ ܐܢܐ ܕܐܟܬܘܒ ܥܠ ܫܘܦܪ̈ܘܗܝ ܡܛܠ ܓܝܪ ܟܠܗܝܢ ܬܕܡܘܪܬܐ ܕܣܥܪ

107 D ܡܛܠ ܕܟܠܗܝܢ ܬܕܡܘܪ̈ܪܬܐ ܕܣܥܪ ܠܐ ܡܨܝܢܐ ܕܢܬܢܐ E agrega ܓܝܪ

108 ܠܩܪܘܝܐ ܕܠܐ D y E ܕܠܐ ܟܕ ܢܐܪܟ ܫܪܒܐ ܕܣܘܥܪܢܐ ܕܣܥܪ ܒܬܫܥܝܬܐ ܗܕܐ ܢܥܡܠ ܠܩܪܘܝܐ.

109 Cܐܡ̇ܪ ܐ̄ܢܐ D y E ܢܬܢܐ

110 ܘܕܫܪܟܐ ܫܒܩ ܐ̄ܢܐ ܠܗ̣ܝܢ ٠١١D y E ܘܐ̄ܚܪ̈ܢܐ ܢܫܒ̇ܘܩ

111 D y E agregan ܐܝܟ

112 D y E agregan ܒܨܝܪ ܩܠܝܠ

113113 C ܡ̣ܛܐ ܝܘܡܐ ܕܡܥܠܝ

114 D y E ܩܪܒܘ ܝܘܡ̈ܬܐ ܕܨܘܡܐ ܕܐܪܒܝܢ ܝܘܡܝܢ

115 A ܒܥܝܢ

116 D y E ܝܚܝܕ̈ܝܐ

117 D y E om.

118 D y E om.

119 D y E om.

120 C ܘܚܙ̣ܐ ܥܠ ܣܦܪ D ܘܥܠ ܣܦܪ̈ܝ ܝܡܐ y E ܘܗܐ ܥܠ ܣܦܪ̈ܝ ܝܡܐ

121 C agrega ܘܐܪܟܢ ܪܫܗ

122 E ܒܚܦܐ

123 D y E om.

124 C . ܘܟܕ ܝܝܚܝ̈ܕܝܐ ܡ̣ܢ ܬܫܡܫܬܗܝ D ܒܗ̇ܘ ܥܕܢܐ ܟܕ ܐܢܘܢ ܒܨܠܘܬܐ ܕܨܦܪܐ

125 D agrega ܚܙܘ ܕܪܬܗ ܕܥܘܡܪܐ E agrega ܚܙܘ ܝܚܝܕܝ̈ܐ ܕܪܬܗ ܕܥܘܡܪܐ C agrega ܐܝܟ ܫܒܥܝܢ ܢܦܫ̈ܢ

126 D y E ܘܟܕ ܢܓܗܬ ܘܗܘܐ ܨܦܪܐ. ܢܦܩܘ ܩܢܘܒܝ̈ܐ ܘܚ̣ܙܘ ܣܦܝܢܬܐ ܕܣܝܡܐ ܒܕܪܬܗ̇ ܕܥܘܡܪܐ.

127 D y E ܘܠܐܢ̈ܫܐ

128 B y C ܕܐܝܼܟ

129 C ܡܢ

130 E ܢܩܼܫ

131 C om; Bܟܢܘܫܝܐ D E ܕܙܘܥ̈ܐ

132 C ܘܐܬܟܢܫܘ ܐܚ̈ܐ ܟܠܗܘܢ

133 C ܘܚܙܘܗ̇ ܠܬܕܡܘܪܬܐ

134 A y B ܗܘܐ

135 D y E ܠܡܚܙܐ ܬܕܡܘܪܬܐ ܗܕܐ.

136 D y E ܝܝܝܚܝ̈ܕܝܐ

137 B om.

138 B ܡܬܦܠܓܝܬܘܢ

139 B ܝܕܥܝܬܘܢ D y E om.

140 B ܗܢܘܢ ܕܒܥܝܬܘܢ C ܟܡܐ ܕܒܥ̇ܝܢ ܐܢ̄ܬܘܢ D ܕܒܥܝܬܘܢ

141 A ܠܕܘܟܬܐ

142 C ܘܐܢܐ ܒܝܕ ܚܝܠܐ ܨܠܘܬܟܘܢ ܡܗܦܟ ܐ̄ܢܐ ܒܗ̇ ܠܕܘܟܬܗ

143 C ܠܟܣܦܐ

144 C ܩܕܡ ܨܝܕܐ D y E ܘܟܣܦܐ ܣܡܗ ܩܕܡ ܕܨܝܕ̈ܐ ܛܝܡܝܗܘܢ ܕܢܘ̈ܢܐ

145 C y E om. D ܘܟܢ

146 D y E agrega ܠܣܦܝܢܬܐ

147 D y E ܝܚܝܕ̈ܝܐ

148 D y E om.

149 ܡܬܚܐ ܕܬܠܬܐ ܝܘ̈ܡܝܢ C ܥܠ ܣܦܪ ܝܡܐ ٩٤١

150 D y E ܐܡܪܘ

151 A om.

152 C ܡܐ

153 D ܓܒܪܐ ܡܢܘ ܥܒܵܕܗ ܨܒܝܢܢ ܕܢܕܥ ܫܪܒܟ. E ܓܒܪܐ ܡܢܘ ܥܒܕܟ. ܚܢܢ ܕܝܢ ܨܒܝܢܢ ܚ̄ܢܢ ܕܢܕܥ ܫܪܒܟ.

154 C ܒܚܝܠܐ

155 C D E ܣܥ̇ܪ ܐܢ̄ܬ

156 D ܙܕܩ

157 C D E om.

158 A om.

159 ܕܒܚܝܠܐ ܕܕܝ̈ܘܐ C om.

160 B C D E ܥܒܕ ܐܢܬ

161 B C D E ܥܡ̇ܪ ܐܢ̄ܬ; C ܠܐ ܥܡܪܬ ܒܝܢܬܢ, D ܚܫܚ ܕܒܝܢܬܢ

162 D y E om.

163 C ܗܘ ܕܝܢ ܫܐܕܐ ܥܢ̣ܐ ܘܐܡ̣ܪ ܠܗܘܢ

164 A ܥܠ

165 C ܠܡܣܟܢܘܬܝ ܡܢ ܩܢܟܝܐ D ܬܫܠܘܢ ܥܠܝ ܡ̣ܢ ܩܢܟܝܐ E ܕܫܐܠܘܢ ܥܠܝ ܡ̣ܢ ܩܢܟܝܐ

166 D ܣܘܥܪܢܐ

167 C om.

168168 ܠܟܘܿܢ ܠܲܝܠܵܘ̈ܢ aquí comienza un largo pasaje que se reitera en A. Esta repetición se debe a que se encuadernaron folios de dos manuscritos diferentes (copiados por la misma mano), probablemente para llenar la laguna en uno de ellos (Ver SAUGET, op. cit., p. 80-81) C dice ܠܝ̈ܠܘܢ ܕܬܠ̱ܡܠܘܢ ܥܡܝ ܬܠܠܐ ܝܘ̈ܡܝܼܢ ܨܠܘܬܐ ܘܬܠܬܐ

169 ܠܟܘܢ ܥܠ ܣܘܥܪܢܝ D y E om.

170 D y E agrega ܥܠܘܗܝ

171 E ܒܥܐ ܐܢܐ

172 B om.

173 D y E om.

174 C ܡܪ̈ܝ

175 C ܕܬܥܡܠܘܢ ܥܡܝ ܬܠܬܐ ܝܘ̈ܡܝܢ ܨܠܘܬܐ ܘܬܠܬܐ ܠܝ̈ܠܘܢ

176 Dܟܒܪ C ܡܬܪܥܐ ܐ̄ܢܐ

177 D y E ܠܚܛܝܘܬܝ

178 D y E om.

179 D y E ܡܕܟܐ

180 C ܘܡܚܣܐ ܒܚܢܢܗ

181 D ܘܟܕ ܩܡܘ ܠܗܘܢ

182 D ܠܨܠܘܬܐ E ܒܨܠܘܼܬܐ ܟܠܗܘܿܢ ܝܼܚܝܕܝܐ

183 D y E om.

184 A C y E ܕܥܠ

185 ܟܕ ܟܠܗܘܢ E ܟܕ ܗܢܘܢ D om.

186 D y E ܝܚܝܕ̈ܝܐ

187 D y E agrega ܚܢܝ̈ܓܬܐ

188 D ܕܝܘܐ E ܟܕ

189 D ܩܕܡ ܡܕܒܚܐ

190 E ܩܕܡ

191 Del Gr. κόγκη

192 E ܐܣܛܪܝ

193 D ܬܪܥܐ ܕܗܝܟܠܐ E ܐܝܙܥܐ tachado y corregido al margen por otra mano ܬܪܥܐ

194 C ܕܐܠܗܐ D y E ܕܡܐܠܟ̈ܐ ܩܕܝ̈ܫܐ

195 Cܕܢܘܥܘܢ D y E ܘܐܘܥܝ

196 D y E ܡܢ ܫܠܝܐ

197 C ܝܗ̣ܒ

198 D y E om.

199 D y E ܐܣܬܠܩ y agregan ܓܝܪ

200 D y E ܕܡܝܪܐܝܬ

201 D ,ܒܐܣܛܘܐ ܕܗܘ̇ ܗܝܟܠܐ E ܒܨܪܝܐ ܗܘܘ̇ ܕܗܝܟܠܐ

202 D y E ܘܣܠܩ ܠܫܡܝܐ

203 D y E ,ܗܫܐC agrega ܚܒܝܼ̈ܒܝ

204 D y E ܣܒܪܐ

205 D y E ,ܐܦܢ ܢܗܘܐ ܕܐܝܬ ܠܗ ܚܛܗ̈ܐ ܐܝܟ ܫܐܕܐ D agrega ܘܗܘܝܬܘܢ ܝܕܥܝܢ ܐܘ ܡܗܝ̈ܡܢܐ ܒܪ̈ܝܟܐ ܘܟܪ̈ܣܛܝܢܐ ܫܪ̈ܝܪܐ

206 B ܕܚܛܐ

207 C ܘܚܛܝܐ ܐܝܬܘܗܝ E ܠܣܓܝܐܐ ܙܒܢܐ

208 D ܕܗܢܐ ܕܝܘܐ ܐܩܝܡ ܡܪܕܐ ܥܠ ܐܠܗܐ ܐܘ ܚܛܐ ܗܘ̤ ܘܐܦ ܐܚܛܝ ܠܣܓܝ̈ܐܐ ܙܒܢܐ ܐܪܝܟܐ ܫܬܐ ܐܠܦܝ̈ܢ ܫܢܝܢ.

209 E om. D agrega ܓܝܪ

210 D y E agrega ܒܙܒܢܐ ܙܥܘܪܐ

211 D om.

212 C ܘܗܦܟ ܠܗܘ ܛܟܣܐ ܩܕܡܝܐ

213 D y E om.

214 D y E ܢܬܕܒܪ

215 ܟܠܗܘܢ ܝܘ̈ܡܬܐ ܕܚܝ̈ܢ ܠܥܠܡ D y E om.

216 D y E om.

217217 ܕܐܝܟ ܨܸܒܝܢ ܡܪܗ ܫܡܫ ܩܕܡܘܗܝ ܢܘܓܪܐ ܕܝܘ̈ܡܬܐ ܘܐܬܒܠ ܘܐܬܚܣܝ. ܗܟܢܐ ܡܪܝܐ ܐܠܗܐ ܢܬܚܣܘܢ ܚܘܒܘ̈ܗܝ ܕܟܬܘܒܐ ܘܩܪܘܝܐ ܘܫܡܘܥ̈ܐ ܟܠܗܘܢ ܠܥܠܡ ܥܠܡܝܢ ܐܝܢ ܘܐܡܝܢ

218 ܥܠܘ ܐܝܟ ܐܢܫ al margen.

219 Hay una laguna de una columna y media en el fol. 51

220 H ܐܕܓܙ

221 I.e., la liturgia eucarística.

222 B: “Si nosotros nos aproximamos a hermanos cristianos para que nos presenten”.

223 Esta introducción solo se encuentra en A y B.

224 C agrega “y prosperaba en las prácticas de las escrituras y en las bellas costumbres”.

225 C agrega: “en la festividad dominical de la transfiguración del Señor. Cuando quiso poner el pan eucarístico en el horno, vio….”. En las iglesias de tradición siríaca la fiesta de la transfiguración se festeja el 6 de Ab (agosto). Cfr. Arthur MCLEAN, East Syrian Daily Offices, Londres, Rivington, 1894, p. 278.

226 C dice: “para enfriar para poner el pan”. D y E dicen: “para bajar el fuego y reforzar el pan”.

227 A y B: “niño”.

228 D dice: “que me reciba entre ustedes”.

229 C agrega “en persona”.

230 D y E “Y lo recibió en el monasterio y lo llevó al refectorio para que sirviera a los cenobitas”

231 C dice: “Y no cesaba de lamentarse desde la noche a la mañana”.

232 C agrega: “mientras rogaba y suplicaba”.

233 C dice “Verdaderamente, mis señores, no puedo escribir el total de sus bellezas espléndidas”.

234 En este primer párrafo D y E dicen: “Y sepan oh lectores que yo, débil y frágil no puedo escribir los portentos y maravillas que hizo”.

235 D y E dicen: “Para que no importunar al lector prolongando el relato del asunto que realizó en esta historia”.

236 D y E dicen “solitarios”.

237 C agrega “inclinando su cabeza”.

238 C dice “En el momento en el que estaban en la oración de la mañana”. D dice: “Cuando los solitarios (ilegible) del servicio”.

239 C agrega “como setenta almas”; D dice “vieron el patio del convento”; E dice “los solitarios vieron el patio del convento”.

240 D y E dicen: “Y cuando había amanecido los cenobitas salieron y vieron la barca depositada en el patio del convento”.

241 D y E dicen “solitarios”.

242 C dice “y yo devolveré la barca a su lugar con el poder de sus oraciones”.

243 D y E agregan “¿qué hiciste?”.

244 I.e., el momento de la consagración eucarística.

245 D y E dicen “solitarios”.

246 D dice “ante el altar”.

247 D dice “la puerta del templo”.

248 Cf. Mt. 27: 51.

249 C dice “de Dios”; D y E dicen “de los santos ángeles”.

250 D y E dicen “fue ascendido”.

251 D dice “al pórtico que había en el templo”; E dice “a la grieta que había en el templo”.

252 D y E dicen “Y ascendió al cielo”.

253 D y E agregan “como el demonio”.

254 D en plural y agrega: “Y serán reconocidos o fieles bendecidos y cristianos verdaderos”.

255 C dice: “que según su voluntad del Señor sirva ante él gran cantidad de días y sea aceptado y absuelto. Así el Señor Dios absuelva a sus amados, el escritor, el lector y todos los que escuchan, por los siglos de los siglos, amén”.

256 I.e., el desierto de Nitria.

257 Ilegible.

258 Stith THOMPSON, Motif-Index of Folk-Literature: A Classification of Narrative Elements in Folk-Tales, Ballads, Myths, Fables, Mediaeval Romances, Exempla, Fabliaux, Jest-Books, and Local Legends, Bloomington, Indiana University Press, 2016; Hassan EL-SHAMY, Folk Traditions of the Arab World: A Guide to Motif Classification, Bloomington, Indiana University Press, 1995.

259 Nienke VOS, “Demons Without and Within: The Representation of Demons, the Saint, and the Soul in Early Christian Lives, Letters and Sayings”, en IDEM (ed.), Demons and the Devil in Ancient and Medieval Christianity, Leiden, Brill, 2011, pp. 159-182; Juanita Feros RUYS, Demons in the Middle Ages, Kalamazoo, ARC, 2017, pp. 13-31.

260 Ilaria RAMELLI, The Christian Doctrine of Apokatastasis A Critical Assessment from the New Testament to Eriugena, Leiden, Brill, 2013; RUYS, op. cit., 2017, pp. 80-83.

261 RAMELLI, op. cit., pp. 690-773.

262 Coree NEWMAN, “The Quest for Redemption: Penitent Demons Leading Christians to Salvation in Medieval Christian Exempla Literature”, Mediaevalia, 33 (2012), 47-77; Juanita Feros RUYS, “Sensitive Spirits: Changing Depictions of Demonic Emotions in the Twelfth and Thirteenth Centuries”, Digital Philology: A Journal of Medieval Cultures, 1/2 (2012), 184-209.

263 Johannes DE MOOR, “Converted Demons: Fallen Angels Who Repented”, en Klaas SPRONK & Eveline VAN STAALDUINE-SULMAN (eds.), Hebrew Texts in Jewish, Christian and Muslim Surroundings, Leiden, Brill, 2018, p. 9-22.

264 Tobias NÜNLIST, Dämonenglaube im Islam, Berlín, de Gruyter, 2015.

265 Sobre los perros en las fábulas siríacas ver MINOV, op. cit.

266 Arthur VÖÖBUS, Syriac and Arabic documents: regarding legislation relative to Syrian asceticism, Estocolmo, ETSE, 1960, passim. Caroline T. SCHROEDER, “Queer eye for the ascetic guy? Homoeroticism, children, and the making of monks in late antique Egypt”, Journal of the American Academy of Religion, 77/2, 2009, 333-347.

267 Cfr. con los clásicos de la literatura monástica en especial en su versión siríaca, René DRAGUET, La Vie primitive de S. Antoine conserve en Syriaque, CSCO 417, SS 183, Lovaina, Peeters, 1980, p. 69; Ernest Alfred Wallis BUDGE, The Book of Paradise: Being the Histories and Sayings of the Monks and Ascetics of the Egyptian Desert by Palladius, Hieronymus and Others. The Syriac Texts, According to the Recension of ʻAnân-Îshôʻ of Bêth ʻÂbhê, Londres, Drugulin, 1904, vol. II, p. 1024.

268 Recordemos que la expresión de los evangelios griegos τὸ καταπέτασμα τοῦ ναοῦ (el velo del templo), se traduce en la versión de la Pšī por ܬܪܥܐ ܕܗܝܟܠܐ (la puerta del templo).

Temas Medievales 31, 2023: 1-21